San Rafael, Mendoza viernes 29 de marzo de 2024

FORMACIÓN CIUDADANA: Lo que Bolivia nos enseña … parte I. Por:. Prof. Fabio A. Misino

AME5114. (BOLIVIA), 15/11/2019.- La presidenta interina de Bolivia, Jeanine Áñez, habla en conferencia de prensa este viernes en Palacio de Gobierno en La Paz. Áñez anunció que esta jornada espera iniciar el proceso para nuevas elecciones tras los comicios fallidos que llevaron a renunciar a Evo Morales. EFE/Martin Alipaz

En estos momentos tan convulsionados en Latinoamérica es muy importante poder ver con claridad conceptual, para evitar la confusión y aumentar el desconcierto que genera tensiones que pueden desembocar en la violencia, trayendo nefastas y dolorosas consecuencias para el futuro. Si bien es difícil ser totalmente aséptico y objetivo, porque somos sujetos, vale la pena intentarlo. Es importante tratar de dejar a un lado la ideologitis (inflamación de las ideologías) ya que hace difícil la búsqueda de la verdad, la mediación entre los sectores y la pacificación de la sociedad.

Es responsabilidad de todos, recalco: responsabilidad, especialmente de Bolivia y de todo el continente evitar el caos y buscar una solución institucional y pacífica. Para ello es importante ver los hechos con claridad, analizar las soluciones y prever las consecuencias en el corto y largo plazo que puede traer el apoyo a diferentes medidas. Es importante reflexionar también sobre la jurisprudencia que pueda irse asentando al avalar determinadas posiciones y medidas. El norte, en la búsqueda de soluciones, deben ser los valores universales, los derechos humanos, la institucionalidad republicana y la democracia.

Planteado el norte, resulta clarificador tenerlo en cuenta como referencia para el análisis. Dicho análisis lo desarrollaremos en tres partes.

Cuando analizamos cómo se llega a las elecciones, observamos un clima muy diferente a otras elecciones, marcado por la tensión y la desconfianza. Esta tensión y desconfianza basada en muchos testimonios está registrada por la respetable ONG Transparencia Electoral. Dicha ONG realizó un relevamiento en numerosos departamentos, teniendo en cuenta la opinión de diferentes sectores, universidades, estudiantes, organizaciones obreras, empresariales, profesionales, etc.

Cuando indagamos el por qué de la tensión y la desconfianza los fundamentos se muestran en una serie de hechos que marcan una intención y decisión de conservar el poder en forma indefinida. Esta actitud es la que despierta sospechas y temores de un posible fraude electoral.

¿Cuáles son los hechos? El no respetar los límites al poder que imponen la Constitución nueva (objetada en sus procedimientos por algunas personas y organizaciones) y la Constitución anterior, como así también un referendum popular o plebiscito.

Ahora bien, podemos preguntarnos: ¿Es tan grave pasar ese límite? La Historia, como ciencia, nos da respuestas en innumerables ocasiones: sí es grave. Desde el origen de la democracia en Atenas y de la república en Roma, 2500 años atrás, estos sistemas de gobierno tuvieron límites en el tiempo y en las funciones de los funcionarios (división de poderes). La única excepción la tenía el dictador que podía ser nombrado por el Senado, en ocasiones muy, pero muy especiales. Y si bien sumaba todos los poderes, el límite que tenía era el tiempo. Su mandato duraba la mitad del tiempo del resto de los funcionarios. El por qué de limitar el tiempo y las funciones (división de poderes) era justamente evitar la concentración de poder, los romanos despreciaban la monarquía porque sabían del riesgo que tiene el poder si se concentra en una persona: el riesgo de corromperse y de generar una tiranía. Por lo tanto, el
espíritu republicano y democrático no sólo se basa y caracteriza en el derecho de participar en la función pública y
de elegir y ser elegido para dicha función, sino también en poner y aceptar los límites al ejercicio del poder. Como
afirmaba Montesquieu y Alberdi: si el poder está más dividido y tiene límites, el ciudadano es más libre y está más
seguro.
Ahora también vale la pena preguntarnos sobre otros cuestionamientos que se desprenden de estos hechos: ¿Es tan importante respetar la Constitución y las Leyes? ¿Puede haber alguna excepción de cumplirlas? ¿Y si es un buen líder, puede no respetarla? Las normas (leyes) son acuerdos que regulan lasrelaciones entre las personas.

Las leyes tratan de resguardar, respetar y practicar algún valor universal o algún derecho. Por ejemplo, la ley de
tránsito la asociamos a la vida como valor. En los países democráticos las leyes son una expresión de la voluntad
popular, ya que se formulan en los parlamentos formados por representantes de toda la sociedad. En los gobiernos
autoritarios y totalitarios no se cumplen estos principios. También resaltamos la importancia de las constituciones,
ya que se definen como Ley Suprema o Fundamental. Vale recordar que para Rosseau y los padres de las democracias
modernas, la Constitución es el Pacto Social. ¿Y los plebiscitos?… Los plebiscitos se originan en Roma con la intención
de darle voz directamente a la plebe (sector social con menos derechos) esta consulta tomaba fuerza de ley.
Entonces si razonamos un poco, vemos que el no cumplimiento de las leyes significa: no cumplir los
acuerdos de convivencia con mis compatriotas, no cumplir el pacto social, no respetar ciertos valores universales
acordados socialmente, no valorar la convivencia, no tener en cuenta la voz del pueblo, ni la voluntad popular, no
tener palabra, ni buena voluntad, en fin, una verdadera expresión de egoísmo donde solo importa el interés y
conveniencia del que incumple la ley. Ahora bien, podemos decir, que incumplir la ley y la constitución o violarlas,
ataca al espíritu democrático y republicano. Pero lo que más debilita o golpea a la democracia es la impunidad de
quien viola la ley. El principio de igualdad ante la ley es una condición para asegurar la justicia y la paz social (valores
universales). Cuando no castigamos a quien viola la ley, no solo nos alejamos de la vivencia de dichos valores, sino
también dejamos abierta la puerta a no cumplir la ley y la consecuencia directa es el caos. Y en el caos, la violencia y
la ausencia de la ley, la consecuencia casi segura, como una ley social, según decía el valorado filósofo Jaime Barylko,
puede dar lugar a una dictadura y al autoritarismo. Es doloroso. El rol y el deber de los líderes no es pensar en su
propio beneficio, sino saber que sus palabras y acciones tienen consecuencias y pueden condenar a los pueblos que
dirigen.
Para cerrar esta parte, considero importante recordar que el fin de la república romana vino de la mano de
un líder muy popular: Julio Cesar. Él con apoyo de distintos sectores fue abarcando todos los cargos, terminando
lógicamente con la división de poderes hasta consagrarse dictador perpetuo. De esta manera, concentra el poder y
se perpetúa en el tiempo. Nadie pudo negar su popularidad, pero nadie tampoco pudo negar que con él se derrumbó
la república, dando paso en el corto tiempo a un enfrentamiento fraticida, originando un sistema nuevo de gobierno,
sin comicios, con el poder concentrado en una persona de forma vitalicia: el principado o imperio. Vale la pena
reafirmar fuertemente, que el líder no puede tener el privilegio de no cumplir la ley, ni de estar por encima de la ley,
como en las monarquías absolutas. En una democracia moderna y republicana el líder es esclavo de la ley. Su deber
es cumplir y hacer cumplir la ley. El líder no debe servirse personalmente del poder, ni abusar de él. El ejercer dicho
poder debe ser tomado con un espíritu de servicio a la sociedad, y esto es algo que muchos líderes a lo largo de la
historia, incluyendo la actualidad, han olvidado. Es importante que nosotros como ciudadanos, como sociedad, no lo
olvidemos.

Gentileza:.Prof. Fabio A. Misino – famisino@yahoo.com.ar

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