Bernabé es ciudadano chileno y recibe una pensión de ese país, pero él dice entre risas que tiene “más costumbres argentinas que chilenas”. Y es que vive en el límite de los dos países. Tiene su casa en Chile y el patio en Argentina.

“El último poblador de la frontera “, así le dicen a Bernabé Bahamonde, habitante de una antigua casa construida con madera que se encuentra en la zona de El Manso. Localidad ubicada en el Valle de Río Puelo, cercano al Estuario de Reloncaví, que forma parte de la comuna de Cochamó, en la región de Los Lagos, Chile.

Sin embargo, la casa en que vive Bernabé ostenta y presume físicamente una particularidad: luce, en el medio de su patio, un hito de hierro que marca y distingue una separación territorial entre Chile y Argentina. Habita la centenaria casa construida con madera de ciprés desde hace 65 años y nació en la zona, nunca se alejó, disfruta de un paisaje único: un campo verde rodeado de montañas; entre el aroma de los manzanos y ciruelos en flor.

Ubicado a uno 113 kms. de la localidad de Bariloche en Rio Negro, este hito en hierro color naranja con una ubicación numérica, VIII-4, enclavado a pocos metros de la puerta de entrada de la vivienda.

Pero, ¿cómo es posible? La teoría más concreta, los protagonistas de esta historia y habitantes de la vivienda indican que habría sido a partir de la década del 70 cuando agentes de seguridad de ambos países determinaron la necesidad de establecer límites entre los territorios.

También por aquella época colocaron otro hito a 300 metros, en el medio del campo, cerca al río Manso. Y un tercero, colina arriba. Ninguno está a la misma altura por lo que la línea es zigzagueante. Estos últimos años hay dos mástiles con las banderas, argentina y chilena flameando a cada lado de la frontera.

En su residencia predomina un campo verde, con montañas alrededor, y una familia de patos, gallinas, ovejas y caballos también dando vueltas por el lugar. Y lo cierto es que, tal como sucede en la secuencia, Bernabé ha acondicionado su vida lo mejor posible para vivir y disfrutar lo mejor de estos dos “mundos”. Así es como, Bernabé ha conservado durante su vida las costumbres de ambos países. Por ejemplo, vive con la hora de Chile en caso de que hubiera diferencia horaria entre ambos países. Toma mate amargo ya que casi eliminó la once, una merienda típica chilena. Uno de sus pasatiempos más frecuentes es escuchar radio, y a veces según qué interés tiene intercambia entre emisoras de Bariloche y El Bolsón (Argentina) o de Puerto Montt (Chile).

En cuanto a los servicios, Bernabé conecta su vivienda a la energía eléctrica de Chile a través de un sistema de turbina que viene desde la comuna de Cochamó. También se provee de Chile para el servicio de señal de telefonía celular que desde hace dos años tiene alcance hasta su casa.

Bernabé recuerda que el hito fue instalado en ocasión de una Fiesta de la Hermandad argentino-chilena que coincide con el Dia de la Independencia chilena. Compartió ese hecho con su tía Etelvina, una pobladora histórica y conocida en la zona con la que compartía los extensos días y falleció en marzo del año pasado. Los registros indican que tenía 97 años vividos allí, aunque la familia asegura que sumaba algunos más. “No creo que lleguemos nosotros a tanto”, bromea habitualmente el hombre.

Gentileza: Beatriz Genchi – beagenchi@hotmail.com

Museóloga-Gestora Cultural-Artista Plástica.