El PAH, ubicado en Maipú, sobre el canal San Martín, se vinculará a través de una línea de media tensión de la Empresa Mendocina de Energía (Emesa) y con la barra de 13,2 kV de la Estación Transformadora (ET) Cruz de Piedra, operada por Distrocuyo.

Los Pequeños Aprovechamientos se basan en un método nunca explotado en la provincia: utilizan el relieve de Mendoza y la fuerza de sus cursos de agua, sin contaminar los cauces ni el aire.

Estas centrales de pasada, que este año suman nueve, no necesitan embalse y el impacto sobre el cauce es mínimo. Mendoza tiene cinco ríos principales (Mendoza, Tunuyán, Diamante, Atuel y Grande) y una red hídrica cuyas características hacen posible la realización de aprovechamientos integrales.

El PAH Lunlunta está emplazado en el canal San Martín del río Mendoza. Cuenta con una toma sobre el canal San Martín que deriva agua a su margen derecha, luego se entuba con un caño de 3 metros de diámetro y 700 metros de desarrollo, para abastecer la casa de máquinas, donde se alojan las dos turbinas hidráulicas.

Una vez que el agua pasa por la turbina, vuelve limpia y en la misma cantidad al canal de riego San Martín.

También es novedoso el modo de ejecución de las obras: privados se hacen cargo con costo cero para la provincia, a cambio de la concesión por 10 años de obras que duran por lo menos un siglo y que, vencido ese plazo, quedarán para el Estado.

Así, el proyecto de las minicentrales fue ideado y desarrollado por Emesa, pero el APH Lulunta fue concesionado a la empresa inversora Nexo, responsable de la construcción operación y mantenimiento del mismo. La mayor parte de la provisión para el emprendimiento es de origen nacional.

Con estos avances, Mendoza sigue posicionándose a la vanguardia de las energías limpias y vuelve a generar megavatios después de más de 15 años.