Abogada. Miembro Titular del Instituto de Derecho Ambiental del Colegio Público de Abogados de la Segunda Circunscripción Judicial de Mendoza.
Para comenzar a exponer lo que voy a desarrollar en esta revista, comenzare hacer referencia al impacto que provoca en el medio ambiente, más exactamente en una capa en la parte más alta de nuestra atmósfera, llamada estratosfera, un gas que es sumamente utilizado por los aerosoles (como el caso de los desodorantes personales) o en los equipos de refrigeración.
Estos gases son conocidos como (CFC) que significa clorofluorocarburos, poseen una permanencia alrededor de 50 y 100 años, inmediatamente al ser expulsados a la atmósfera se elevan hacia la estratósfera, afectando la composición de la capa de ozono, la cual tiene como función primordial protegernos de la acción de los rayos de alta frecuencias, muy nocivos para la vida humana.
Diferentes estudios científicos realizados durante las décadas de 1980 y 1990 denunciaron que la capa de ozono se estaba destruyendo a un ritmo de entre 1,3 y 4,1% cada diez años, debido a la contaminación atmosférica resaltando que su mayor afectación la producían los compuestos clorofluorcarbonados. Los CFC son gases fabricados por el hombre, que se utilizan como propelentes de aerosoles domésticos, en la manufactura de plásticos y en los equipos de refrigeración, en todo el mundo se establecieron acuerdos para la progresiva eliminación de estos contaminantes.
Cuando las moléculas de CFC llegan a la estratosfera, a unos 50 km sobre el nivel del mar, son destruidas por acción de la radiación solar. Los átomos de cloro, flúor y bromo quedan libres y, al reaccionar con el ozono, en síntesis lo destruyen produciendo un debilitamiento de la capa de ozono.
El ozono de fórmula O3, es una de las formas alotrópicas del oxígeno. Se trata de un gas inestable, azulino de olor muy penetrante, que a baja altura y en concentraciones mayores es venenoso para el hombre, se descompone por encima de su temperatura crítica, en oxígeno molecular. El ozono es uno de los oxidantes más enérgicos que se conocen y un tóxico muy fuerte, aún en bajas concentraciones.
Entre 20 y 30 Km. de altura, hay una capa de nuestra atmosfera en donde se concentra el ozono (O3), gas que está compuesto por tres moléculas de oxígeno, se forma porque del Sol llegan toda una gama de diversas radiaciones electromagnéticas, y entre ellas hay una frecuencia que conocemos como los rayos ultravioleta, que reaccionan con el oxígeno (O2) presente a esa altura, formando una molécula de ozono, es decir, que inicialmente el oxígeno biatómico se disocia en dos átomos independientes y luego a su vez vuelven a reacción con otra molécula biatómica para crear el O3.
Simultáneamente, los fotones de la luz visible o de la propia luz ultravioleta, disocian las moléculas de ozono, produciendo en la estratosfera, una continúa formación y destrucción del ozono. En este proceso se consume la energía de la mayor parte de los rayos ultravioletas presentes en la radiación solar, aproximadamente el 3 % de ésta.
En realidad, este efecto es globalmente beneficioso, por cuanto los rayos ultravioletas, a causa de la gran energía que contienen, pueden romper moléculas biológicas tan importantes como las del ADN y tienen por ello importantes efectos letales potenciales.
La radiación ultravioleta proveniente del Sol sería fatal para la vida en la Tierra si no fuese detenida en la estratosfera por el filtro natural que es la capa de ozono. Gracias a ella, la mayor parte de esa radiación no alcanza la superficie terrestre. Las moléculas de ozono están constituidas por tres átomos de oxígeno y se forman mediante reacciones fotoquímicas, durante las cuales se absorbe radiación ultravioleta. Si bien el ozono está presente en toda la atmósfera, se concentra principalmente en la estratosfera, entre los veinticinco y treinta kilómetros de altura.
Hacia 1980 se descubrió el denominado “agujero de ozono”, que en realidad, es un debilitamiento de la capa de ozono, existente sobre la Antártida, con presencia entre agosto y noviembre, magnitud máxima en octubre y desaparición posterior. Mediante satélites se definió la forma la cual es similar a un círculo y el tamaño de este “agujero”, es de aproximadamente 4,2 millones/km2 de superficie y espesor variable.
La aparición y desaparición de este “agujero” es un problema científico sin resolver. Se considera que está relacionado con la variación de la energía solar, o bien con el manto de hielo antártico y las bajas temperaturas invernales, o bien con la presencia en la atmósfera de fluorocarbonos clorados, que son gases que provoca la liberación de un átomo de oxígeno de la molécula de ozono.
Este problema en la actualidad ha cambiado y según dicen el agujero de la capa de ozono se está cerrando, y es un problema prácticamente solucionado porque ya no se incluyen los clorofluorocarbonos esas sustancias que venían incluidas en los desodorantes, esto se ha eliminado en un 90% por lo que ella se va recuperando lentamente.
Todo ello gracias al tratado de Montreal de 1987, en el cual se prohibió el uso de estos aerosoles o sustancias tan peligrosas que estaban perjudicando el planeta tierra, se prevé que más de 2 millones de casos de cáncer de piel serán evitados al cierre de la capa de ozono.
La producción y el consumo de sustancias químicas, con capacidad para agotar la capa de ozono, han ido exitosamente suprimidos en los países desarrollados y el mismo proceso se ha puesto en marcha en los países en vía al desarrollo.Según los cálculos actuales más o menos en el año 2050 la capa de ozono ya estará completamente recuperada, sin embargo advierten los científicos que algunos gases no controlados por el protocolo, pero potentes destructores del ozono, se siguen liberando como por ejemplo: el oxido en trozo y otros cuatro componentes recientemente detectados dos de los cuales están en aumento, así que si estos nuevos gases que están por aumentar no bajamos su uso volveremos a cometer el mismo error que con los clorofluorocarbonos y si volvemos a cometer el mismo error la capa de ozono seguirá destruyéndose y ya no habrá vuelta atrás.
Recordemos que nosotros podemos vivir gracias a esta capa que nos protege de las radiaciones ultravioletas que como bien sabemos queman la piel y producen cáncer, hay que crear una concientización para que la capa de ozono pueda recuperarse.
En 1994, La Asamblea General de las Naciones Unidas proclama el 16 de septiembre Día Internacional de la Preservación de la Capa de Ozono, para conmemorar el día en que se firmó en Montreal, en 1987, el Protocolo relativo a las sustancias que agotan la capa de ozono.
Sé el primero en comentar en «EL AGUJERO EN LA CAPA DE OZONO -Por:. Dra. Daiana Yanina López»