La bella historia de la Rosa de la paz o Gloria Dei y que yo le llamo . . . la rosa de mi mamá! Tenia varia rosas en su jardín, pero esta…siempre fue su preferida.

La historia de la Rosa de la Paz, también conocida como la Rosa del Siglo es tan milagrosa como romántica y surge del propio relato de un integrante de la Familia Meilland, obtentores de esta carismática rosa, el Sr.Alain Meilland, de visita en Buenos Aire, durante el transcurso de la 1ºEdición del Concurso Internacional de Rosas Nuevas de la Ciudad de Buenos Aires en el año 2000.

Todo partió hace algunos años, cuando las familias de rosicultores, los Meilland y los Dubreuil, se emparentaron entre sí y comenzaron a trabajar arduamente en el cultivo e hibridación de rosas. En 1937 y entre tantos ejemplares producidos, un 15 de junio, nació una que les llamó la atención y que bautizaron con el Nº3-35-40. Durante años estudiaron su crecimiento y evolución y no tardaron en darse cuenta que se trataba de algo especial. Decidieron entonces mandar los injertos de esta nueva especie a cultivadores de distintos países, para analizar su desarrollo en diversos terrenos. Fue así como esta rosa llegó entre otros lugares a Italia, Alemania y Estados Unidos, a manos de Robert Pyl, uno de los productores de rosas más importantes de EEUU.

Entre tanto, en 1939 Francia e Inglaterra declararon la guerra a Alemania. Eran tiempos duros, de mucha violencia y sufrimiento, donde el cultivo de rosas había perdido importancia dado que solo se plantaba todo lo que pudiera alimentar. Sin embargo, la especie 3-35-40 sobrevivió en todos los lugares donde había sido cultivada y continuó floreciendo como un verdadero símbolo del triunfo de los mejores sentimientos humanos.

En Italia se la bautizó con el nombre de «Gioia» que significa alegría y en Alemania se llamó «Gloria Dei» que significa Gloria de Dios. Todos nombres llenos de ansias de paz y tranquilidad que, para haber sido puestos en una época donde solo reinaba el horror, era simplemente porque esa rosa debía ser realmente excepcional, cuenta Alain Meilland. Por su parte, en Estados Unidos, Robert Pyle, quien se ocupó del injerto y lo cultivó, decía en una carta: «Mi mirada se queda maravillada ante esta enorme rosa amarillo canario ribeteada de carmín. Estoy seguro de que será la rosa del siglo y la llamó «Peace», paz. Todos estos nombres fueron aprobados por la Familia Meilland, pues representaban algo más que un simple nombre y por coincidencia todos trasmitían un bello mensaje.

Pero el hecho más notable de toda esta historia se produce cuando por iniciativa de Robert Pyle se organiza el bautismo de la rosa y se establece como fecha oficial para ello el 29 de abril de 1945. A partir de ese momento se le llamaría oficialmente Peace. Ese mismo día, la Paz llegó al mundo. El 29 de abril de 1945 se producía la toma de Berlín y con ello el fin de la II Guerra Mundial. Pura coincidencia o predestinación.

Así, esa rosa que había conocido la guerra y sus vicisitudes se convirtió en un símbolo que perdura hasta hoy. En efecto, el 8 de mayo de 1945, el día en que Alemania firmó su rendición, los cuarenta delegados que formaron Naciones Unidas, encontraron sobre la mesa de su primera reunión una rosa: la Rosa de la Paz. «Ojalá esta rosa pudiera influir en todos los hombres de buena voluntad, y así la Paz reinará para siempre en el mundo», les señaló el Dr. R. C. Allen, el entonces secretario de la American Rose Society.

Cincuenta años después, en 1995 la ONU celebró sus cincuenta aniversarios. En esa ocasión Alain Meilland, presentó el símbolo de la paz del siglo XX, por supuesto era la Rosa de la Paz, aquella creada por su familia años atrás, que, nacida durante la guerra, había escapado de manera increíble a la destrucción. Era el símbolo de vida que no podía faltar.

Esta Rosa está plantada en el jardín del edificio de las Naciones Unidas en New York y siempre en mi corazón.

Gentileza: Beatriz Genchi  – beagenchi@hotmail.com
Museóloga-Gestora Cultural-Artista Plástica.