Con una inversión de US$ 180 millones y más de 130 viviendas abastecidas, Mendoza se perfila como una de las provincias que más ha invertido en energía eléctrica, limpia y renovable.

En lo que va de 2019, se concretaron seis pequeñas centrales hidroeléctricas, que aprovechan los cursos de agua ya existentes sin generar contaminación en el aire o en el agua, tres nuevos parques solares, tres paneles solares en edificios públicos, dos centrales térmicas y una planta de biogás producido con residuos que se reciclan.

“Cabe recordar que desde la inauguración del dique Potrerillos en 2003 no se volvieron a generar fuentes de energía eléctrica en la provincia. Cuando termine la gestión del gobernador Alfredo Cornejo, se habrán sumado 150 megavatios”, afirmó Martín Kerchner, ministro de Economía, Infraestructura y Energía.

“Logramos superar 15 años de inactividad. Destacamos el proyecto PASIP, el primer parque fotovoltaico de la provincia, que además de aprovechar el sol para generar lo hace un 85% de componentes nacionales, demostrando que sí es posible crear cadenas de valor en el sector de las renovables”, afirmó el Subsecretario de Energía y Minería, Emilio Guiñazú.

Tres parques solares y biogás

Con la inauguración del parque solar de Junín en julio, ya suman tres en el Este mendocino. En Santa Rosa se construye un parque que tendrá 20 mil paneles y abastecerá de energía a regantes, y el PASIP, con 76.544 paneles fotovoltaicos en Palmira, ya está inyectando energía a la red.

Además se instalaron paneles solares en edificios públicos como La Nave Cultural, La Báscula y el Gimnasio Municipal Nº 3, en Ciudad.

“En esta gestión, Mendoza va a incrementar su potencia eléctrica instalada en 150 megavatios. Para tener una referencia, el complejo hidroeléctrico Potrerillos sumó al sistema 144 megavatios. De esta manera en diciembre de 2015 Mendoza contaba con 1.428 MW y terminará 2019 con 1.578 MW”, explicó Pablo Magistocchi, vicepresidente de la Empresa Provincial de Energía (EMESA).

“Para completar la lista, hemos terminado una planta de biogás, que utiliza el gas que genera el relleno sanitario El Borbollón a partir de Residuos Sólidos Urbanos”, señaló el funcionario.

A esto se suma la planta termoeléctrica de Anchoris, que a principios de este año comenzó a incorporar 41 megavatios (MW) a la red eléctrica de la provincia. Actualmente, provee de energía a unas 125.000 personas del Valle de Uco.

Pequeñas presas, gran aprovechamiento

Seis pequeñas centrales hidroeléctricas instaladas en canales de Mendoza están en su etapa final de montaje: además de proveer energía, reducirán 30 mil toneladas del dióxido de carbono que se generaría con otras modalidades.

Estas mini centrales marcan un hito, ya que desde hace 50 años no se concretaba el enorme potencial energético de la fuerza del agua de los canales y ríos.

También es novedoso el modo de ejecución de las obras: privados se hacen cargo con costo cero para la provincia, a cambio de la concesión por diez años de obras que duran por lo menos un siglo y que vencido ese plazo quedarán para el Estado. La mano de obra es local.

“Todos los proyectos han generado trabajo local”, señaló Guiñazú.

Las primeras cuatro centrales fueron el Dique Tiburcio Benegas, en el departamento de Rivadavia, y Triple Salto Unificado, en el departamento de Junín; además de los Saltos 6 y 8, sobre el tramo del canal Cacique Guaymallén en Luján de Cuyo.

Antes de fin de año estarán listos y generando energía el salto 7 del canal Cacique Guaymallén, en Lulunta, Maipú, y el salto Las Tunas, sobre el arroyo del mismo nombre en el departamento de Tupungato,