San Rafael, Mendoza 24 de noviembre de 2024

Se duplican las prohibiciones de alimentos, pero advierten que los artesanales son el punto débil de los controles

En los laboratorios de ANMAT se realizan los controles a los alimentos.

En 2018, ANMAT ordenó sacar del mercado 85 productos. En 2017 habían sido 40. Para los expertos, los que se elaboran y venden fuera del mercado formal son los más “peligrosos”.

 Una leche de fórmula infantil, un aceite de oliva, una marca de golosinas, semillas, té o miel. Todas las semanas, los medios comunican la decisión de ANMAT de retirar de circulación algún alimento. La población escucha, toma nota, deja de comprarlo o incluso se ocupa de descartarlo si ya lo tiene en su casa. Si la infracción detectada es grave, puede derivar en que se impida su elaboración y venta. Entre 2017 y 2018, el número de prohibiciones se duplicó. Pasó de 40 a 85, según la Administración Nacional. Si bien el aumento tendría que ver con una mayor eficacia en la fiscalización,expertos en el tema aseguran que todavía hay dificultades para controlar los productos artesanales que suelen comercializarse fuera del mercado formal, como el hummus que la semana pasada intoxicó a dos hermanas.

Según Evangelina Macías, directora de evaluación y registro de alimentos del Instituto Nacional de Alimentos (INAL) que depende de ANMAT, el aumento en las prohibiciones tiene que ver con un mejor acceso a la información relacionado con la posibilidad de digitalizar los datos. “En 2015, incorporamos una plataforma digital en la que autoridades sanitarias provinciales y nacionales comenzamos a compartir información sobre monitoreos e incidentes alimentarios. Los resultados de ese cambio se empezaron a materializar en los últimos años”, destaca Macías. 

A su vez, la posibilidad de derribar barreras geográficas en cuanto al intercambio de información “permitió encarar acciones en menos tiempo”, señalaron desde ANMAT.

En los laboratorios de ANMAT se realizan los controles a los alimentos. (Foto: Fernando de la Orden)

En los laboratorios de ANMAT se realizan los controles a los alimentos.

A pesar de esta mejora, los especialistas consultados sostienen que hay falencias en cuanto a productos caseros que se venden de manera informal. “Están apareciendo cada vez más alimentos de fabricación artesanal que no se encuentran registrados y se comercializan en ferias que, en general, no están habilitadas”, aporta el bioquímico especializado en alimentos Gustavo Locati, que es vicepresidente de la Asociación Argentina de Tecnólogos Alimentarios.

“Está la falsa idea de que casero es sinónimo de más saludable. Un producto no regulado es peligroso. Hay que sumar estrategias para llegar a los pequeños emprendedores que no están formalizados, capacitarlos e incluirlos”, sostiene Locati. Y agrega: “Es clave estar atentos a los canales informales de comercialización e intensificar allí los controles”.

En esta misma línea, el experto sostiene que es “muy difícil revisar todo” y que, con la intención de prevenir intoxicaciones, también es importante educar a los consumidores. “Hay dos puntos centrales: se debe adquirir alimentos en lugares habilitados y chequear que los productos tengan en su etiqueta dos números: el de RNE (Registro Nacional de Establecimientos) y el de RNPA (Registro Nacional de Producto Alimenticio)”, remarca Locati.

Edgardo Ridner, presidente de la Asociación de Profesionales de Salud y Alimentos y médico especialista en Nutrición, también detecta dificultades en la elaboración artesanal. “Hay muchos productos de este tipo y tienden a tener un menor grado de control. En ocasiones, no entran en el circuito formal por lo que resulta más complicada su fiscalización”, se suma.

Según él, se debe poner énfasis en las “conservas húmedas caseras o semi industriales”, como las mermeladas o algunos vegetales al escabeche. «En ese tipo de preparaciones pueden quedar, con más frecuencia, contaminantes a lo largo del tiempo», advierte.

En los laboratorios de ANMAT se realizan los controles a los alimentos. (Foto: Fernando de la Orden)

En los laboratorios de ANMAT se realizan los controles a los alimentos. (Foto: Fernando de la Orden)

Por el consumo de un alimento de estas características, un hummus vegano, dos hermanas de 25 y 32 años fueron internadas en el Sanatorio Güemes con pronóstico reservado. El puré de garbanzo de la marca Tsuki Macro Vegan presentaba la toxina del botulismo, según confirmaron expertos del Instituto Malbrán. Según informaron fuentes del área de Salud, la familia de las mujeres pidió no difundir los partes médicos por lo que el centro de salud se maneja con total hermetismo.

Seguido al incidente, desde la ANMAT intimaron a la firma elaboradora “a cesar la comercialización y elaboración y realizar el retiro inmediato del mercado nacional de todas las unidades del producto mencionado”. A su vez, confirmaron que “ninguno de los productos con marca Tsuki Macro Vegan contaba con la autorización sanitaria correspondiente».

Cómo funciona el sistema de vigilancia de ANMAT

Existe una Red Federal de Vigilancia Alimentaria que coordina la ANMAT. Desde esa Red se ocupan de retirar los productos que no cumplen con el Código Alimentario Argentino e iniciar el trámite para su prohibición.

“Un alimento se retira cuando hay un incidente alimentario. Es decir, cuando se registra un evento que tiene consecuencias dañinas para la población, como ocurrió en el caso del hummus vegano. También frente a productos contaminados, falsificados o adulterados”, explica Macías.

Se puede llegar a detectar esta situación en alguno de los monitoreos que encaran las autoridades sanitarias o a partir de una denuncia que puede realizarse desde el sector público, como el área de epidemiología de un hospital; o desde el privado, a través de ciudadanos, empresas u organizaciones no gubernamentales.

“Cuando recibimos una denuncia intentamos actuar inmediatamente y buscar precisiones: se le pregunta al que alerta de qué alimento se trata y dónde lo adquirió», cuenta la referente del INAL. «Hasta el lugar en el que se elaboró o vendió el producto se acerca un equipo de la Red, que revisa las condiciones higiénico-sanitarias, chequea que cuenten con las autorizaciones de habilitación y dialoga con los empleados sobre los procesos de elaboración”, detalla.

En caso de que detecten una infracción grave al Código Alimentario Argentino se puede inhabilitar al sitio para la elaboración o comercialización de determinados alimentos o clausurar y decidir el retiro de un producto.

En los laboratorios de ANMAT se realizan los controles a los alimentos. (Foto: Fernando de la Orden)

En los laboratorios de ANMAT se realizan los controles a los alimentos. (Foto: Fernando de la Orden)

Sacar un alimento de circulación es responsabilidad del fabricante. ANMAT se ocupa de alertar a la población y supervisar que el particular que lo elaboró cumpla con el retiro. Le puede corresponder al productor una multa de entre mil y un millón de pesos por la infracción que haya cometido, según destacaron desde ANMAT.

La prohibición es el paso siguiente al retiro y tiene que ver con un trámite administrativo que incluye la incorporación de la medida en el Boletín Oficial.

Fuente:https://clarin.com/sociedad/duplican-prohibiciones-alimentos-advierten-artesanales-punto-debil-controles_0_LywMm0wym.html

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