Cuando dos geólogas se encuentran pueden hablar con pasión de un mismo tema: la minería.

Carolina Mazzieri y Tay Such se conocieron en un evento que convocaba a profesionales de la minería. Se vieron una vez y otras también, hasta que optaron por conversar amigablemente. Descubrieron intereses comunes relacionados con su profesión y su ocupación, se reconocieron en maneras semejantes de ver los temas que las involucran. Se pusieron de acuerdo y se presentaron en la 1° Exposición y Encuentros de Vinculación Empresaria y Negocios de la Patagonia EVENPA 2019, organizada por la Cámara de Industria y de Comercio Exterior de Puerto Madryn y Región Patagonia. Ofrecieron una Charla-Conferencia que denominaron “El rol de la Mujer en la Moderna Industria Minera”.

El auditorio se llenó de mujeres, todas acudimos atraídas por la misma curiosidad: qué hay en la minería para una mujer. Los preconceptos en esta actividad son tan arraigados que son difíciles de cambiar. Abarcan ideas como que es un trabajo duro y la mujer es frágil hasta que la Pachamama se pone celosa cuando una mujer entra a una mina y entonces se producen derrumbes. 

Entonces Carolina, Geóloga por la Universidad Nacional de Córdoba, y Tay, Geóloga egresada de la Universidad Nacional del Sur, aceptaron conversar sobre ese rol en nuestros tiempos.

Carolina se recibió justamente en la época en que comenzó la exploración minera en las provincias de Mendoza, San Juan, Salta. Fue en 1994 cuando decidió con total convencimiento que quería trabajar en esa actividad. En su primer trabajo en San Juan, ya recibió la advertencia de que “ no habría diferencias con ella, que trabajaría a la par de cualquier hombre”. ¡Y lo hizo rodeada de cincuenta hombres! Con ellos tuvo que compartir habitaciones, baños, etc, pero con la pasión por su labor en campo, hasta que decidió ser madre. Fue cuando continuó en el tema pero desde el ámbito educativo, hasta que fue momento de volver al campo en 2012, cuando se encontró con una sorpresa, la actividad ya estaba preparada para recibir mujeres.

Tay es nieta de un minero que trabajaba en Zapala; ese abuelo le transmitió la inquietud por los minerales. Cuenta emocionada que cuando entregaba su curriculo en busca de trabajo, era condición excluyente ser de sexo masculino. Fue en la época boom del petróleo, en que casi todos los geólogos se dedicaban a la actividad petrolera porque era muy bien reconocida económicamente. La llamaron de la mina Aguilar, Jujuy, en la que también preferían a hombres, pero ella hizo la diferencia por ser técnica mecánica, además sabía manejar vehículos 4×4 y también conocía de programas de diseños 3D “en tiempos en que todo se dibujaba a mano”, dice satisfecha.

 Carolina actualmente es Coordinadora de la Carrera Tecnicatura Superior en Minería, que se dicta en el Instituto Superior de Formación Docente N° 6028, en Campo Quijano Salta. En su exposición en la EVENPa proyectó un video en el que una de las egresadas de la carrera, madre de tres hijos, cuenta orgullosa desde los salares salteños, que es feliz con su título y con su trabajo, e impulsa -al igual que Carolina- a ingresar y egresar de la Tecnicatura, porque “las mujeres podemos”.

 Tay por estos días es Directora de análisis y desarrollo de proyectos de inversión minera, de la Secretaría de Política Minera de la Nación. Sostiene que Argentina se incrementaron en más del 90% los presupuestos exploratorios en proyectos mineros y que las mujeres han ido ocupando lugares que estaban destinados a los hombres, sobre todo desde que la actividad se realiza a cielo abierto. Este hecho ha ido modificando lentamente el preconcepto ancestral de que “si una mujer entra a una mina, la tierra se desmorona”.

 En la moderna industria minera, Carolina cuenta que varias cosas cambiaron, aunque aun falta mucho. Pero, por ejemplo, los campamentos ahora cuentan con infraestructura diferenciada para mujeres.

En ese sentido, Tay expresa que hay mujeres manejando motoniveladoras y grúas, incluso los camiones también son manejados por mujeres porque pasan el control de alcoholemia en las rutas.

No obstante, agregan que creen ver una cuestión de marketing porque las empresas “quedan bien socialmente” si incluyen mujeres en la actividad. En todo caso, sería una fortaleza para aprovechar, y si los tiempos son distintos, distinto será también el destino de las mujeres en la industria minera, que aceptan el desafío de capacitarse y estudiar más, aún a edades en que antes las mujeres “sólo eran abuelas”.

Gentileza* Prof. Marilina Scarlata

Especializada en la Enseñanza de las Ciencias Naturales

Directora de divulgación científica de la Asociación de Amigos de Parques Nacionales

Columnista en LU 17.com

Columnista en  Patagonia.net

Columnista en Pirámide Informativa.com