En los primeros minutos Tigre lució con la iniciativa Con Prediger como salida limpia desde abajo y con Janson y González presionando la salida; Colón, agazapado y ordenado, esperó con dos líneas de cuatro que en ese lapso no rompieron la inercia.

La modorra se sacudió a los 16 minutos, tras una gran combinación entre Menossi y Montillo que finalizó Janson con un remate defectuoso. Un minuto después, un contragolpe feroz de Colón lo tuvo a Bernardi mano a mano con Marinelli y Lucas Rodríguez terminó salvando sobre la línea. Entonces se hizo añicos el pacto de no agresión que parecían haber establecido. Desde allí y hasta el final del primer tiempo, el mediocampo se transformó en una autopista y el golpe por golpe fue la cara visible de un duelo que comenzaba a transformarse en vibrante.

La salida de Prediger por lesión a los 23 minutos fue letal para el local. Porque Ortiz intentó ser el enlace entre líneas, pero no tuvo la misma claridad. Y la presión de Colón con Bernardi y Fritzler tuvo su rédito. Primero, con un remate rasante de Esparza que logró sacar Marinelli. Y a los 31, una corrida de Bernardi por derecha, terminó en un centro que Leguizamón, como venía, transformó en golazo.

Sintió el impacto Tigre. Por eso cuatro minutos después se invirtieron los roles: Leguizamón desbordó y Bernardi sentenció con un tiro cruzado.

Los dos goles de ventaja relajaron a Colón. Y el Matador, con más ímpetu que fútbol, se lo llevó por delante en los minutos finales. El premio lo tuvo Janson que descontó de penal tras una mano de Zuqui. Luego Burián con un manotazo al córner evitó el empate tras un gran remate de Ortiz.

Tigre salió a quemar las naves en el complemento. Y ya al minuto, Pérez Acuña no llegó a entrarle bien en un centro de Ortiz. El volante devenido lateral iba a tener revancha a los 10 cuando de cabeza puso el 2 a 2 que le devolvía la vida al Matador.

Pero Niz, de muy bajo nivel, vio la roja a los 13 minutos y dejó a los de Gorosito con 10. Con la expulsión del central y el empate muy fresco, el partido subió la temperatura y la pierna fuerte se transformó en protagonista.

El hombre de menos no se notó. Tigre continuó con su búsqueda y el visitante, muy atrás con sus dos líneas de cuatro casi dentro del área, apostó al contragolpe. Burián evitó el gol luego de una gran jugada personal de González; y Montillo, tras combinar con Janson puso un centro rasante que nadie pudo empujar. Con 10, los de Pipo eran más y tuvieron su premio a los 36 minutos, cuando el Chino Luna a través de un penal (agarrón a Federico González) puso su firma en el 3 a 2 para que se desatara el delirio y la fiesta en Victoria.

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