Unos meses antes del estallido de la Revolución de Mayo. En medio del fervor independentista, arribó al puerto de Buenos Aires el marino francés Hipólito Bouchard, que se puso a servicio del Primer Triunvirato, que le entregó una patente de corsario.
Los corsarios eran piratas con permiso del estado, de ahí que el gobierno debía otorgar “patentes” para oficializar su estatus. Entre 1814 y 1823, los corsarios argentinos capturaron 150 buques con los que se enfrentaron a la flota española. Además de la patente de corsario, el nuevo gobierno le brindo a Bouchard una fragata capturada, que bautizó “La Argentina”. Se embarcó entonces en la misión de capturar buques enemigos, tomar botines e interceptar barcos con esclavos provenientes de África.
La flota puso proa a la capital más boreal del imperio español en América: San Carlos de Monterrey en la Alta California. Arribó al escenario de las aventuras de “El Zorro”, el capitán Monasterio y el sargento García, el 22 de noviembre de 1818. La intención era cortar la única comunicación del estado con el resto del Imperio. Sin embargo, el gobernador español en la zona, fue avisado y logró retirar a tiempo muchos objetos de valor y civiles. Horas más tarde, las naves de Bouchard aparecieron en el horizonte. Tras una batalla, las naves del corsario parecían estar a punto de sucumbir al fuego de la artillería. Sin embargo, el corsario tenía un as bajo la manga. Durante la madrugada, mientras los españoles festejaban su superioridad, Bouchard desembarcó a sus hombres y se encontró con menos resistencia de la esperada. En pocas horas, logró capturar el fuerte y hacer ondear la bandera argentina en California.
Se dice que un hawaiano cobrizo, fue quien se dio a la tarea de quitar la bandera española, e izar la argentina. Monterrey, capital de California, era ahora oficialmente de Argentina.
La imagen del crucero “La Argentina” se transformó en un símbolo temerario para las fuerzas españolas y de lucha contra la tiranía para los patriotas americanos. La casi totalidad de los países de Centroamérica que se irán constituyendo, diseñarán sus banderas basándose en la celeste y blanca creada por Belgrano y exhibida con orgullo a lo alto de las naves de Bouchard.
Santa Bárbara es una ciudad ubicada a 140 kilómetros de Los Ángeles, California. En uno de los muelles de su puerto flamean las banderas de todos los países que en algún momento ocuparon el estado. Entre ellas, se encuentran las banderas de España, México, Estados Unidos y algunas más curiosas, como la de Rusia y Argentina. Sí, California alguna vez formó parte de la Argentina.
Gentileza: Beatriz Genchi – beagenchi@hotmail.com
Museóloga-Gestora Cultural-Artista Plástica.
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