Tendemos a pensar en nuestros antepasados ​​como fuertes bebedores. Es justo, teniendo en cuenta que durante siglos el alcohol era más seguro de beber que el agua.

Pero de acuerdo con un estudio británico publicado recientemente, la bebida, especialmente el vino, está en aumento, y la forma en que el tamaño de un vaso de vino ha crecido con el tiempo podría tener algo que ver con eso. En 1700, el vaso de vino británico promedio, contenía 66 mililitros de líquido. Las copas de vino actuales, por otro lado, tienen unos 449 mililitros.

Para estudiar cómo ha cambiado el consumo de vino, se midieron vasos de vino de 300 años. Reunieron datos sobre un total de 411 vasos de colecciones de museos y fabricantes de artículos de vidrio, según se documentó.

Al graficar el volumen del cuenco de una copa de vino a la fecha en que se hizo, notaron que el tamaño de la copa de vino creció significativamente a lo largo de los siglos. Parte de ese cambio puede deberse a un impuesto a la cristalería de 1746, lo que también explica, por qué los antejos de mediados del siglo XVIII eran pequeños. El impuesto fue derogado aproximadamente un siglo después, casualmente durante la Revolución Industrial. Así que hacer más y más vasos grandes se hizo más fácil que nunca.

Para los reguladores que se preocupan por el aumento del consumo de la bebida, se sugiere fomentar el uso de vasos más pequeños. Después de todo, el agua es un poco más segura para beber en estos días

Conviene señalar, que esta reseña es sobre una investigación que solo se ha realizado con vasos fabricados en Inglaterra pero, aun así, sus resultados resultan realmente llamativos e interesantes. El estudio analiza vasos y copas fabricados desde el año 1700 como decía anteriormente, y midieron un amplio rango en que la capacidad es de siete veces más a partir de la de 2000.

Igualmente, el notable aumento de los mismos que se produjo en la década de 1980, se debió a las demandas del mercado americano, que prefería vasos y copas más grandes.

Por otro lado, hay quien afirma que el vino, igual que otras bebidas alcohólicas de baja graduación que históricamente ha usado el hombre, ha ayudado a desarrollar las civilizaciones, otorgando al hombre el espíritu imaginativo, facilitando las relaciones personales y de negocios, e incrementando la confianza en sí mismo y el espíritu emprendedor. Igual…vayamos al paso!

Gentileza: Beatriz Genchi – beagenchi@hotmail.com
Museóloga-Gestora Cultural-Artista Plástica.