¿Dónde está el submarino ARA San Juan? Las 44 familias de los tripulantes del submarino argentino desaparecido hace un año que esperan la respuesta. Luis, padre del marino Alejandro Tagliapietra, está a bordo del último barco que rastrea el Atlántico Sur en su búsqueda. Jésica Gopar abandonó Mar del Plata, la ciudad en la que aguardaba a su esposo, Fernando Santilli, para celebrar juntos el primer cumpleaños de su bebé. Ramiro pregunta cada día por su papá, Cayetano Hipólito Vargas.

El miércoles 15 de noviembre de 2017, a las a las 07.19 de la mañana, el ARA San Juan se comunicó por última vez con la base naval de Mar del Plata. El jefe de operaciones, Fernando Villareal, había informado de un principio de incendio en las baterías y estaba evaluando los daños. Apenas tres horas después, sensores que escuchan permanentemente los océanos por cuestiones militares registraron una explosión en la zona. Todo apunta a que estalló, pero nadie ha podido confirmarlo. No se sabe aún qué pasó. No se ha encontrado ningún rastro. »Es un arma de guerra, un submarino, está diseñado para no ser encontrado», se defendió días atrás el ministro de Defensa, Oscar Aguad. «Los expertos dicen que es muy probable que se haya pasado por el lugar y no se haya detectado al submarino», agregó.

Madres, esposas, hijos y hermanos de los desaparecidos se han acercado hoy a la base naval de esta ciudad costera, 400 kilómetros al sur de Buenos Aires. Estaban convocados a homenajear a sus seres queridos al cumplirse un año de su desaparición. «Nunca los vamos a abandonar», ha asegurado Mauricio Macri. «No están solos. Cuentan conmigo desde el primer día, cuentan con el equipo de Gobierno y lo más importante, cuentan con millones de argentinos de todo el país», ha agregado el presidente argentino. 

La mayoría de familiares no le creen. La empresa estadounidense Ocean Infinity finaliza hoy las tareas de búsqueda y no se sabe si las retomará en febrero. El último parte, emitido esta tarde, ha sido negativo. «Esta dura espera que hoy sigue y seguirá siendo difícil hasta el momento en el que podamos saber dónde estaban y qué les pasó a nuestros seres queridos. Hoy estamos dolidos, cansados y con sensaciones muy difíciles de explicar», ha declarado José Aramayo en representación de las 44 familias. El nombre de cada uno de los tripulantes ha sido leído en voz alta, seguido del grito de «presente». Rotos de dolor, padres, hijos y hermanos se abrazaban y contenían las lágrimas al escucharlos.

La relación con el Gobierno de Macri es tensa. El presidente no se ha acercado a saludarlos. Ellos han aceptado participar del acto bajo la condición de que a los 44 se los considere desaparecidos, es decir que no se los dé por muertos. «Si se hace presente el día 15 que no sea para sacarse una de las tantas fotos hipócritas y hacer acto de presencia sino para informar de los planes de acción siguientes e inmediatos para la continuidad de la búsqueda», advirtieron en una carta pública Lucía Zunda e Isabel Vilca, hermanas de dos de los marinos, días antes del homenaje. Le reprochan no haber recibido a los familiares durante los casi dos meses que acamparon frente a la sede de Gobierno.

El discurso presidencial no ha calmado los ánimos. «Ha sido una vergüenza. No estuvo nunca. En un año sólo 45 minutos. Cinco acá en la base y 40 en la Casa Rosada. Eso no es estar siempre. De los 52 días que estuvimos en Plaza de Mayo por lo menos que nos hubiera recibido una vez, pero no lo hizo. Ahora mirá cómo viene y cómo se va, se va como rata, no nos representa», ha dicho a los medios Zulma Sandoval, madre de Celso Vallejos. «Es un mentiroso», ha coincidido Marcela Melián, hermana del submarinista David Melian. Hay familiares que respaldan la actuación presidencial, pero prefieren guardar silencio. Otros están demasiado tristes para hablar.

No tener una tumba a la que llevar flores a sus seres queridos les impide hacer el duelo. Zulma, la madre de Daniel, asegura que su vida se mantiene en suspenso desde hace un año. Luis se dirige cada día a su hijo Alejandro en susurros. La mayoría de familias han intentado adaptarse a la nueva rutina con un plato menos en la mesa, pero necesitan una respuesta. Esperan que llegue pronto. «No olvidamos», «te extraño», «te amo», «te esperamos», puede leerse en las pancartas, banderas y camisetas de los familiares.

La ciudad de Mar del Plata se ha solidarizado con los familiares de la tragedia. Las vallas de la base naval están llenas de banderas argentinas, fotografías y mensajes de aliento a los «44 héroes» del ARA San Juan. En el Festival internacional de Cine, hoy todas las proyecciones han estado precedidas de un mensaje leído por Graciela Borges, una de las actrices más queridas de Argentina. »El Festival recuerda a los 44 tripulantes del ARA San Juan, y abraza a sus familiares y a la ciudad de Mar del Plata a un año de la tragedia que conmovió a todos los argentinos», se la escucha decir con su voz inconfundible. Todos se preguntan dónde está el ARA San Juan.

Fuente:https://elpais.com/internacional/2018/11/15/argentina/1542293846_032286.html