La Cámara de Diputados dio media sanción este miércoles al nuevo Código Procesal de Familia y Violencia Familiar. El proyecto, que acelera procesos de adopción y divorcio, también se encarga de acortar los plazos de actuación de la Justicia al detectar víctimas de maltratos dentro de un hogar.

La medida se aprobó en la Cámara Baja por unanimidad. El Frente de Izquierda y de los Trabajadores (FIT) sólo pidió abstenerse de una serie de artículos en los que se incluye a la Violencia de Género dentro de la Violencia Familiar, por considerarla un problema específico que debería tener un tratamiento aparte.

Este punto fue criticado también por el justicialismo, desde donde se apuntó también contra la falta de presupuesto destinado a los juzgados que se responsabilizarán de este tema. En respuesta, el diputado Pablo Priore (PRO) aseguró que en caso de producirse problemas de dinero, se podría llegar a un acuerdo con el Ejecutivo «como ocurre todo el tiempo».

Tanto en las cuestiones de violencia como en los divorcios, la oralidad se incluye durante toda la causa. Lo mismo ocurre con las adopciones, que, según el texto, en ningún caso podrán durar más de 9 meses de proceso.

Dentro del área de Familia, los divorcios podrán realizarse en 15 o 10 días, dependiendo de si la decisión es unilateral o bilateral. En la actualidad, luego de la reforma en el 2015 del Código Civil, este proceso demora hasta 2 meses y medio. No será obligatorio presentar pruebas para justificar la separación y se añadirán propuestas de acuerdo en la solicitud.