El proceso de caída de la producción fabril se inició en 2012. Este año se profundizó por la recesión y la devaluación
Recesión, dólar caro y altas tasas de interés obstaculizan el desempeño de la industria argentina, en un año negativo que resigna el terreno ganado con la expansión económica de 2017.
En agosto pasado la actividad fabril registró la cuarta caída mensual consecutiva. El INDEC dio a conocer la última semana el informe del Estimador Mensual Industrial (EMI) que registró en agosto una variación negativa de 5,6% respecto del mismo mes de 2017. En el acumulado enero-agosto de 2018, el EMI disminuyó 0,8% frente a los primeros ocho meses del año anterior.
En ese aspecto, la industria mostró amplia retracción por el menor consumo, las altas tasas de interés y la devaluación: esta última impactó de lleno en la producción doméstica, muy dependiente de piezas e insumos importados.
Asimismo, con los datos provistos por el último informe de Agregados Macroeconómicos (PIB) del INDEC, correspondiente al segundo trimestre de 2018, la actividad manufacturera a precios constantes (base 2004), que mide la variación real luego de inflación, promedió los $118.034 millones en la primera mitad del año, un 3,5% por debajo del promedio de 2017 ($122.348 millones), aunque aún 0,8% más que el promedio del primer semestre de aquel año.
Se trata de un nivel similar al de 2016, por cuanto estaría perdiendo lo recuperado en 2017. El récord de producción industrial a precios constantes fue de $132.857 millones en el promedio de 2011. A partir de ese año comenzó un declive que, más allá de las oscilaciones, completó una caída superior a 11% hasta este año.
De mantenerse la actividad fabril en el ritmo actual, estaría en 2018 por debajo del promedio de 2008, cuando el INDEC midió $119.970 millones, a precios constantes de 2004.
Las mediciones privadas coinciden en advertir la recesión fabril este año. La Unión Industrial Argentina (UIA) proyectó una caída de la actividad manufacturera cercana al 0,5% en los primeros ocho meses del año.
2018 TERMINARÁ PEOR QUE COMO EMPEZÓ
El desempeño industrial sumó cuatro meses negativos a partir de mayo, que cortaron buena parte del período de crecimiento de doce meses seguidos, entre mayo del 2017 y abril de 2018.
La contracción industrial comenzó en mayo pasado con una baja del 1,2%, que se profundizó fuertemente en junio con una caída del 8,1% y continuó en julio con la contracción del 5,7% según los datos oficiales. Coincidió con el salto del tipo de cambio, de casi 80% entre mayo y agosto, y el ascenso astronómico de las tasas de interés, del 26 al 45 por ciento, con la referencia de las LEBAC.
La devaluación profundizó el ajuste y generó problemas importantes en la provisión de insumos que afectaron la producción. El sector fabril presenta un déficit de más de USD 30.000 millones en materia de comercio exterior.
Por otra parte, las tasas de alrededor del 70% influyen en una caída importante en la inversión, especialmente en el sector de las PyME.
El retroceso de la actividad fabril se prolongará unos meses más. Por ejemplo, enseptiembre la producción automotriz tuvo una fuerte caída del 20,6% con relación a igual período de 2017, la más profunda del año, mientras que las ventas mayoristas se desplomaron más del 44% en la misma comparación.
APUNTAR A LAS EXPORTACIONES
José María Segura, economista Jefe de PwC Argentina, puntualizó que «la corrección cambiaria -que ya ha hecho en gran medida su trabajo de licuar los pesos sobrantes en la economía- debería comenzar a impactar no solo en sectores exportadores, sino también en aquellos sectores del mercado interno que ven aumentada su protecciónfrente a productos importados, en este caso, en la medida en que paulatinamente comience a recuperarse el nivel de actividad».
Segura agregó que «luce como un escenario probable que hacia el segundo o tercer trimestre de 2019 la economía haya vuelto al sendero de recuperación del nivel de actividad, pero con un conjunto de precios relativos mucho más favorable para la exportación y la inversión«.
En ese aspecto, las fábricas que orientan su producción a la exportación pueden aprovechar la oportunidad de la ventaja cambiaria.
En el caso automotriz, por ejemplo, la producción acumulada por las terminales radicadas en el país entre enero y septiembre fue de 370.707 unidades, es decir un 5,6% más que en el mismo período de 2017. Ayudó al sector el aumento de las exportaciones en nueve meses de 2018, un 31,3% interanual, con 198.337 vehículos.
Fuente:https://www.infobae.com/economia/2018/10/06/la-actividad-industrial-retrocedio-al-nivel-de-una-decada-atras/
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