Por la pérdida de poder adquisitivo, bajó el consumo de leche y creció el de infusiones, mientras que la polenta y el arroz le ganaron a las pastas. En vinos, avanza la gama media
La caída del consumo parece inexorable. El viernes, la consultora Kantar Worldpanel informó que, en julio, retrocedió 3%, tercer mes consecutivo de retroceso. Además, confirmó que, con una proyección de 1% a 2%, 2018 será, también, el tercer año sin interrupción en negativo. El cálculo, aún, no contempla el impacto del salto que dio el dólar el jueves, a la frontera de $ 40.
Sin embargo, el impacto no es parejo para todos los segmentos. Los consumidores cambiaron hábitos. «La primera reacción de los hogares, en marzo, fue espaciar las compras. Pero los datos de julio ya muestran que abandonaron algunos productos», comentó Federico Filipponi, director de Kantar. «En los últimos tres meses, más de la mitad de las categorías (57%) perdió volumen de ventas, respecto al año pasado», detalló.
Según un análisis de la consultora Focus Market, los lácteos (y, en especial, la leche fluida) estuvieron entre los productos que más retrocedieron en ventas. Entre junio de 2017 y de 2018, el consumo de leche, que el año pasado pasó de 44 litros anuales por habitante a menos de 40, retrocedió otro 6%. «Ante el aumento de precio y la caída del poder adquisitivo, muchos hogares sustituyeron el consumo de leche por gaseosas y jugos para preparar, en el caso de los niños, e infusiones, en los adultos», destacó Damián Di Pace, titular de la consultora.
En el caso de las gaseosas, el consumo cayó levemente y hubo un desplazamiento hacia segundas marcas. No obstante, los envases más chicos, como la mini-lata de 220 centímetros cúbicos (cm3) de Coca-Cola, a $ 10, y los retornables (a un precio 25% menor), mantuvieron o aumentaron su participación, informaron en la empresa.
En bebidas alcohólicas, los vinos de gama media recuperaron ventas, mientras se desplomaron las de . La cerveza, que estaba en alza hasta mayo, comenzó a caer entre junio y julio «por factores estacionales (en los meses de frío se toma menos) y por la suba de precios, a partir de la vigencia del impuesto a esta bebida», explicó Gianni Podestá, directora de Marketing de Quilmes. La marca acaba de anunciar el relanzamiento de su «Pacto Porrón», con envases individuales y retornables a $ 15 hasta fin de año. Sigue la línea de lo hecho a mediados de 2015, con el porrón a $ 10. Desde entonces, hubo más de 75% de inflación acumulada.
En alimentos secos, las pastas, afectadas por la suba del trigo, que se reflejó en aumentos de precios que llegan al 50%, cayeron entre 2% y 4% en ventas. Crecieron arroz (2%) y polenta (20%), según datos de Focus Market, que realiza su medición en base a la tecnología ScanTech, capturando datos de venta en unidades y precio a través de los de cajas en 500 puntos de venta de todo el país.
Tras el temblor cambiario de la semana pasada, Filipponi, de Kantar, vaticina que «2018 será el tercer año de caída». Para Di Pace, de Focusmarket, «la compra de bienes puede ser un refugio para adquirir a precio presente lo que será más caro a futuro. El problema es que el poder adquisitivo cae mientras la inflación se acelera, con lo que el consumo no hará sino perder».
Fuente:https://www.apertura.com/negocios/Consumidores-a-la-defensiva-menos-compras-mas-espaciadas-y-para-stockear-20180831-0012.html
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