Esto ayudó al peso a desmarcarse del nuevo derrape de la lira turca, que ayer se devaluó más de 5% poniendo fin a dos ruedas de recuperación.

Con su accionar, el BCRA buscó evitar que la inyección de unos $330.000 millones por el desarme de la deuda que asumió en Lebac en los últimos años impulsara al dólar más alto aún. Cerca del 40% de esa montaña de pesos (en poder de inversores no bancarios) estaba en condiciones de volcarse a la plaza cambiaria y presionar sobre el precio de la divisa en un contexto de mercados enrarecido por la crisis turca y la nueva oleada mundial de devaluaciones que generó, que afecta en mayor medida a las monedas emergentes.

El impacto que esta marea de pesos tuvo sobre la plaza cambiaria queda a la vista en el aumento del volumen negociado, que trepó esta semana a US$3680 millones (US$736 millones de promedio diario) contra US$2579 millones de la previa (US$516 millones por jornada), diferencia que cubrió en su casi totalidad el BCRA con la venta de reservas en procura de evitar saltos en el tipo de cambio.

Insisten con las LETE

Pero, como lo que intentan además es mitigar la pérdida de reservas ligada a todo este proceso por los temores que puede generar en el mercado, el Ministerio de Hacienda insistirá desde el martes en ofrecer al mercado las Letras del Tesoro (LETE) en pesos que vendió -con baja aceptación- esta semana el día en que se liberaban los pesos de las Lebac no renovadas

Así, con una acción coordinada desde ambos frentes, buscan asegurar un nivel de astringencia de la plaza monetaria que no solo le aporte para mantener calmo al dólar, sino que ayude también para bajar la inflación y -por añadidura- financiar al Tesoro.

El anuncio de la nueva licitación conocido por la tarde incluye la reapertura de las LETE Capitalizables a 3 y 2,85% mensual a vencer el 30 de noviembre y el 29 de marzo del año que viene, instrumentos con los que buscaría atraer unos $30.000 millones que quedaron boyando). «Me parece bien que las reabran para absorber liquidez y mantener la tasa real positiva», juzgó por Twitter el economista Belisario Alvarez de Toledo.

Pero la subasta contempla además una nueva serie de LETE en dólares a 203 días de plazo, para empezar a cubrir vencimientos de esta deuda, que rondan los US$1800 millones este mes. En este caso, la ofrece suscribir a un precio indicativo de US$972,94 por cada US$1000 nominales por emitir, que equivale a una tasa del 5% nominal anual.

Sin licitaciones

«El Gobierno comenzó a limpiar de Lebac al BCRA y pudo contener al dólar, bajar algo las tasas y subieron bonos ayudando a bajar el riesgo país», valoró el analista financiero Salvador Di Stéfano, al hacer una especie de balance de la semana.

A su vez, los operadores cambiarios destacaron que el peso pudo abstraerse ayer de la nueva baja de monedas emergentes frente al dólar y la caída de la lira turca «sin necesidad de que el BCRA tenga que hacer nuevas licitaciones», luego de tres ruedas seguidas con anuncios o subastas en este sentido.

«Pese a esto no se observaron desbordes de precios, ya que hubo pocos negocios, pero incluso las tasas de interés -que oscilaron también- se mantuvieron al nivel de días anteriores, a pesar del fin de semana extendido por el feriado», indicó Fernando Izzo, de ABC Mercado de Cambios.ß

El dólar cerró ayer estable al concluir otra semana complicada en la que avanzó poco más del 2% para ubicarse y mantenerse por encima de los $30 para la venta al público.

El billete, que quedó a $30,43 y $29,85 en promedio a nivel minorista y mayorista (precios que suponen un avance de 4 y 1 centavo en cada segmento de negocios), se instaló así en zona de máximos históricos nominales pese a que el Banco Central (BCRA) sacrificó en la semana US$1036 millones de sus reservas para contenerlo y reajustó el torniquete monetario al volver a subir, por cuarta vez en dos meses, los encajes bancarios.

Esto ayudó al peso a desmarcarse del nuevo derrape de la lira turca, que ayer se devaluó más de 5% poniendo fin a dos ruedas de recuperación.

Con su accionar, el BCRA buscó evitar que la inyección de unos $330.000 millones por el desarme de la deuda que asumió en Lebac en los últimos años impulsara al dólar más alto aún. Cerca del 40% de esa montaña de pesos (en poder de inversores no bancarios) estaba en condiciones de volcarse a la plaza cambiaria y presionar sobre el precio de la divisa en un contexto de mercados enrarecido por la crisis turca y la nueva oleada mundial de devaluaciones que generó, que afecta en mayor medida a las monedas emergentes.

El impacto que esta marea de pesos tuvo sobre la plaza cambiaria queda a la vista en el aumento del volumen negociado, que trepó esta semana a US$3680 millones (US$736 millones de promedio diario) contra US$2579 millones de la previa (US$516 millones por jornada), diferencia que cubrió en su casi totalidad el BCRA con la venta de reservas en procura de evitar saltos en el tipo de cambio.