San Rafael, Mendoza 23 de noviembre de 2024

Intoxicaciones por monóxido de carbono: el horno y las hornallas de la cocina no están diseñados para calefaccionar el hogar

Es un veneno invisible que puede llevar a la muerte. Simples y básicas, las claves para evitar la intoxicación y qué hacer ante una situación que pone en riesgo principalmente a niños, adultos mayores y mujeres embarazadas.

Muchos casos se producen por el uso de cocinas y hornos para calefaccionar y por la mala ubicación de calefones instantáneos, instalados en baños u otros ambientes mal ventilados. El monóxido de carbono es altamente tóxico y, al no ser percibido por nuestros sentidos, pone en riesgo la vida y puede provocar la muerte o dejar graves secuelas.

La combustión de los equipos de calefacción genera monóxido de carbono, que se concentra peligrosamente en los ambientes mal ventilados. Inhalar este veneno puede llevar a la muerte. Se desprende al aire cuando se quema de forma incompleta el gas (natural o de garrafa), querosene, leña, alcohol o cualquier sustancia orgánica.

Las muertes por monóxido de carbono pueden ser evitadas con simples medidas de prevención.

Las recomendaciones básicas son:

  • Ventilar: siempre mantener una abertura que permita el libre ingreso de aire fresco y limpio del exterior, así como salidas de los gases tóxicos al exterior.
  • Airear periódicamente los ambientes para permitir el recambio de aire interior y disminuir las concentraciones de gases producidos por el funcionamiento de los artefactos de calefacción.
  • Controlar el normal funcionamiento de los artefactos de calefacción: observe que las llamas sean de color azul y que las chimeneas estén conectadas al exterior y libres de obstáculos. Controlar que los conductos no estén deteriorados o que tengan pérdidas.
  • Un gasista matriculado debe revisar el buen funcionamiento de todos los artefactos a gas de la casa, así como sus conexiones y ventilación.

Entonces, las sugerencias de sentido común son:

  • El horno y las hornallas de la cocina no están diseñados para calefaccionar el hogar.
  • Los calefones no deben instalarse en el interior de baños o ambientes mal ventilados.
  • Apagar todos los artefactos de combustión a llama abierta (estufas) antes de ir a dormir.
  • Encender y apagar estufas a querosene o braseros siempre en el exterior de la vivienda. Nunca hay que dejarlos encendidos a la hora de dormir.
  • Revisar estufas y sus conexiones al exterior.

¿Cómo se produce la intoxicación por monóxido de carbono?

Al respirar normalmente, se inhala el monóxido de carbono en forma desapercibida, por no tener olor, color y no ser irritante. Al ingresar a los pulmones, pasa a la sangre, donde se une fuertemente a la hemoglobina de los glóbulos rojos, impidiendo que estos lleven normalmente el oxígeno a órganos vitales como el cerebro, el corazón y otros, afectando su normal funcionamiento y causando un severo daño por falta de oxígeno.

Síntomas de intoxicación

  • Dolor de cabeza, acompañado de náuseas o vómitos.
  • Mareos, acompañados de cansancio, pesadez, letargo o estado de confusión y torpeza.
  • Desmayos o convulsiones
  • Ante la presencia de cefalea, náuseas, vómitos y mareos en los días fríos, no le echemos la culpa a una comida o que algo cayó mal. Primero hay que descartar que no sea una intoxicación por monóxido de carbono.

Ante cualquier síntoma de intoxicación, actúe con rapidez y:

  • Abra inmediatamente puertas y ventanas, ventile el ambiente.
  • Abrigue al intoxicado.
  • Si está inconsciente, póngalo en posición de costado, para que no aspire el vómito.
  • Si puede saque al enfermo al exterior, en busca de aire puro.
  • Llame al 911.

 

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