El ajuste fiscal al que se comprometió el Gobierno con el Fondo Monetario Internacional (FMI) es de casi el doble del que se había anunciado inicialmente y habrá podas millonarias en los salarios públicos, los subsidios, las obras públicas y en los giros a las provincias y municipios.

El recorte del gasto comprometido por la gestión de Mauricio Macri ante el Fondo es de 19.300 millones de dólares, a realizarse entre julio próximo y diciembre de 2020. Son 9.000 millones de dólares más que lo previsto antes de negociar con el FMI.

Al tipo de cambio actual, se trata de un recorte de 501.800 millones de pesos. El monto en pesos irá aumentando nominalmente a medida que la moneda se devalúe. Según un relevamiento del Banco Central el dólar llegará a 31,80 pesos en diciembre de 2019.

Según las proyecciones del Ministerio de Hacienda, la mitad del recorte del gasto primario (sin contar los intereses de deuda) ocurrirá entre julio próximo y todo 2019, un año marcado por las elecciones presidenciales y de 22 gobernadores. Los Estados nacional, provinciales y municipales tendrán 250.000 millones de pesos menos, tal como lo adelantó Los Andes hace dos semanas.

Subsidios

Los subsidios que el Gobierno destina a los servicios de energía (electricidad y gas) y a transporte (principalmente en el Área Metropolitana de Buenos Aires) registrarán una caída real del 48% respecto del nivel que alcanzaron en 2017.  

Aún no hay precisiones sobre ese recorte. Pero en el transporte es donde más margen hay para recortar porque aún cubre gran parte de los boletos de colectivos, trenes y del subte porteño.

No obstante, las tarifas de la energía también subirán fuerte por tres motivos: la caída de subsidios, la inflación y la  devaluación. El 81% de la matriz energética argentina depende de los combustibles fósiles (31,3% de petróleo; 28,6% de carbón; y 21,2% de gas) y el país tiene déficit en esta área, según el Instituto Argentino del Petróleo y del Gas (IAPG).

Salarios

También aplicará un recorte del 13% en el gasto primario destinado a salarios y bienes y servicios del Estado. De esto forma parte la poda de 20.000 millones de pesos en los gastos de administración pública anunciada la semana pasada por los ministros de Hacienda, Nicolás Dujovne, y de Modernización, Andrés Ibarra.

No habrá una baja nominal de sueldos como en la crisis de 2001. La poda será en parte por reducción de unos 30.300 empleos hasta mediados de 2019 sobre una plantilla actual de 739.000 personas en el Sector Público Nacional. Y en parte porque los salarios subirán por detrás de la inflación real.

Otro punto sensible de la poda estará dado por una baja real del 74% en las transferencias corrientes a provincias. Son los fondos que la Nación envía a los gobernadores e intendentes por fuera de la Coparticipación Federal .

Obras públicas

Los gastos de capital bajarán 81% en el período comprometido por el Gobierno ante el FMI. Ese porcentaje representa una reducción de unos 70.000 millones de pesos.

No obstante, la obra pública se resentirá por partida doble dado que caerá el presupuesto destinado por la Nación pero también los fondos propios que iban a volcar las provincias y los municipios por el ajuste que deberán realizar estas jurisdicciones.

Estos gastos son todos los destinados a la inversión real, lo que reduce el margen de maniobra del Gobierno para impulsar sectores sensibles de la producción o, incluso, realizar el mantenimiento del patrimonio del Estado.

Esto impactará de lleno, reconocen en el Gobierno, en estudios de pre-inversión; ejecución de obras; compra de maquinarias y equipo para las empresas públicas como Arsat, Aysa, Ferrocarriles Argentinos y Fabricaciones Militares, entre otras.

Gasto social

El único ítem que tendrá crecimiento real es el destinado a «jubilaciones y otros gastos sociales», que crecerá un 7% por encima de la inflación.  

Uno de los conceptos del gasto social más importante es el pago de las jubilacionescuyo piso llega a $ 767.883 millones anuales, que fue lo registrado en 2017.

Las claves

El recorte supera los U$S19 mil millones. 

Al tipo de cambio actual supera los 500 mil millones de pesos. Si sube el dólar, sube el monto a podar.

Los subsidios caerán un 48%.

Guadañazo a las obras. 

Se prevé gastar 70 mil millones de pesos menos en este rubro. También caerá la inversión de provincias y municipios por el recorte de las transferencias a esas jurisdicciones.

Gobernadores del PJ apoyan, aunque con objeciones

Los gobernadores de Chaco, Entre Ríos, Salta, Córdoba y San Juanmanifestaron, en su mayoría, una mirada positiva respecto del acuerdo alcanzado por el Gobierno con el Fondo Monetario Internacional (FMI).

El mandatario chaqueño, Domingo Peppo, aseguró que “nace una nueva expectativa para adelante para la Argentina en el rol de poder estabilizar las variables macroeconómicas”.

“Minutos antes del anuncio, estuve reunido con el ministro (del Interior) Rogelio Frigerio, que manifestaba que la decisión de ir al FMI fue del presidente Mauricio Macri, y es por eso que nos pide facilitemos las herramientas que se necesitan para llevar adelante lo que cree es bueno para el crecimiento del país”, añadió.

El gobernador de Entre Ríos, Gustavo Bordet, indicó que “el financiamiento externo nunca es bueno ni malo, el tema es las condiciones que existen para poder acceder a un financiamiento”.

Bordet pidió “responsabilidad para dar garantías de que el Gobierno pueda cumplir con un cometido de financiamiento. Si el FMI presenta una tasa razonable de entre el 4 o 5%, desde el punto de vista financiero es bueno”.

El salteño Juan Manuel Urtubey señaló que “los gobernadores no cogobernamos. El presidente es Mauricio Macri y la responsabilidad del destino de Argentina es suya. Haber acudido al FMI es una mala idea. Pero no voy a negarme a darle las herramientas que necesite para que al país le vaya bien”.

Desde San Juan, el gobernador Sergio Uñac señaló que “si el gobierno nacional estimó que era necesario el acuerdo  con el FMI, hay que creer que así lo es, pero habrá que afrontarlo con mucha responsabilidad. Como reserva para afrontar cualquier movida de la economía, le sirve; reducir el déficit fiscal, se debe hacer. Es importante alcanzar el equilibrio”.

En diálogo con la emisora cordobesa Cadena 3, el mandatario Juan Schiaretti dijo: “A mí no me consultaron, yo no soy parte del Gobierno nacional y es su responsabilidad”; para luego indicar “Yo quiero que Argentina progrese. Yo por eso no opino mucho, ojalá le acierten”.

¿Otro préstamo de 22 mil millones de dólares para el año que viene?

El ministro de Finanzas Luis Caputo recibió en el auditorio del viejo edificio del Ministerio de Economía a unos cuarenta especialistas del mercado, para explicarles los alcances del acuerdo firmado con el Fondo Monetario Internacional. Los testigos cuentan que entre las definiciones que lanzó Caputo habría afirmado que, aun con el aporte del FMI, la Argentina necesitará 22.000 millones de dólares para cerrar el ejercicio 2019.

También habría dicho que monto podría recortarse a 12 mil millones si aparecen proyectos de Participación Público Privada (PPP) para obra pública.

“El acuerdo superó las expectativas de todos los analistas y del mercado en general, ya que son USD 50.000 millones, más los USD 5.650 millones del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), el Banco Mundial y CAF (Corporación Andina de Fomento), que despejan cualquier incertidumbre sobre el programa económico y la situación de los mercados”, dijo exultante Caputo.

El encuentro fue a las 9.30 de ayer. Caputo habló acompañado por su jefe de Gabinete, Pablo Quirno, y por el secretario de Finanzas, Santiago Bausili.

En la reunión dijo que “tenemos financiamiento a tasas muy bajas en un contexto difícil. Es precautorio; si lo necesitás, lo podés usar, pero si recuperamos el acceso al mercado a buenas tasas, mejor guardarlo”, dijo.

También explicó cómo se va a cancelar la deuda que el Tesoro nacional tiene con el Banco Central por las “Letras intransferibles” que se le entregaron a la autoridad monetaria a cambio de reservas en la gestión de Cristina Fernández, por 25 mil millones de dólares. Se emitirá nueva deuda para pagarle al BCRA y rescatar las Letras intransferibles. “Se hará al ritmo que lo permita el mercado, no hay metas fijas pre establecidas”. El rescate podría empezar inmediatamente y se extendería por un plazo de tres años.

De acuerdo a Caputo, el nivel de deuda bruta del Estado nacional se mantiene intacto, lo único que cambia es el acreedor, que será privado en lugar de ser deuda intra sector público.

Según el ministro, con los pesos recibidos por el rescate de las “Letras intransferibles”, el BCRA rescata Lebacs y reduce el stock de esa deuda. De esa forma el Central reduce sus pasivos monetarios en relación a sus reservas.

Caputo también aseguró que el Tesoro seguirá girando al BCRA unos 1.500 millones de dólares por año por el pago de intereses de diferentes bonos de la deuda que el Central tiene en su activo. “El Central aplicará esos fondos, también, a bajar el stock de Lebacs”.

Además, el titular de Finanzas dijo que el Banco Nación vendió la casi totalidad de los 3.000 millones de dólares que Finanzas cosechó por la emisión de un bono en pesos que fue colocado íntegramente entre fondos del exterior, en lugar de ofrecérselos al Central para que los compre con emisión monetaria. Es decir, no se apeló a “maquinita”.

Fuente:https://losandes.com.ar/article/view?slug=el-ajuste-del-gasto-publico-sera-mayor-a-los-500-mil-millones