Granada, caqui, membrillo, higo o níspero son requeridas por sus componentes nutricionales y por la puesta en valor de cocineros vanguardistas.
Durante muchos años fueron menospreciadas y desvalorizadas en las fincas, se redujeron a un par de plantas que quedaban en el algún patio grande o sólo se utilizaban como cercos de otras plantaciones, pero la tendencia hacia la comida saludable y las preparaciones gourmetrevalorizaron su uso y vuelven a ser opciones muy buscadas en las ferias.
En el mercado central de Buenos Aires, los comerciantes se sorprendieron con el último cargamento de ganada y caqui que llegó del Sur de Mendoza, por el inesperado tamaño, color y calidad de la mercadería. Es que, en el caso de la granada, las principales inversiones provienen de Córdoba, Salta y San Juan.
Al menos así lo indicó Mariano Winograd, comerciante y presidente de la organización Cinco al Día, que promueve el consumo de frutas y verduras y que recibe mercadería de todo el país y asegura que en la última entrega “nos encontramos con una mayor calidad de la fruta proveniente de San Rafael, con un color ampliamente superior al de otras provincias productoras”.
Winograd las llama “negligenciadas”, es decir frutas que durante mucho tiempo fueron olvidadas y resurgen por sus características nutricionales y la tendencia gourmet.
Los estudios mundiales acerca de los beneficios que aportan las diversas frutas dan cuenta de que en el caso de la granada los antioxidantes son superiores al arándano, y el caqui sustituye las propiedades vitamínicas de las naranjas y posee cualidades anticancerígenas.
El juego de oferta y demanda que rige al merado es lo que les ha devuelto valor económico, debido a que “pasaron de negligenciadas a deseadas” y se las utiliza no sólo como postre o base para dulce sino también algunas son aptas para cocinar.
Tuna e higo
Aunque la demanda las torna rentables, en muchos casos la comercialización de la tuna o el higo es difícil de expandir debido a que “los productores no están organizados para hacer una producción en escala que sirva para enviar mayores volúmenes al mercado de Capital”, señala Winograd.
Otros casos, como la tuna, está tan olvidados que hasta algunos comerciantes lo consideran una fruta exótica, mientras que en el caso del membrillo, en Mendoza, la producción se reduce a los árboles que hacen de cerco para las plantaciones de ajo.
“En las fincas son productos que están desvalorizados no hay grandes cultivos y para traerlos al mercado necesitan de una escala de producción, pero de a poco comienzan a reactivarse debido a que nuevamente son rentables”, señaló el comerciante.
El Programa 365, del Ministerio de Economía Infraestructura y Energía, fue pionero en la puesta en valor de estos productos típicos locales y la promoción de la tuna, el membrillo, el higo, la granada y la alcayota les valió dos premios nacionales, en 2013 y 2015.
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