El número de febrero encendió las alarmas. Qué se dijo y cómo rebotó en la interna entre un sector de la Casa Rosada y el Banco Central. Mauricio Macri y Federico Sturzenegger. Vienen trabajando juntos desde que el actual presidente asumió en la Ciudad.
Pudo haber sido una casualidad. El viernes, antes de que el Banco Central decidiera intervenir fuerte en el mercado para bajar el dólar -llegaría a vender US$413 millones de las reservas y a acumular un número negativo de casi mil millones en los últimos 15 días- el vicejefe de Gabinete, Mario Quintana, y el presidente del Banco Central, Federico Sturzenegger, conversaron un buen rato por teléfono.
Hay fricciones evidentes entre el Ejecutivo y la entidad monetaria desde que se cambiaron las metas inflacionarias o, en rigor, desde que esa posibilidad, varios meses antes, comenzó a instalarse en la cabeza del Presidente. Sturzenegger ya no se detiene en explicar por qué hubiera sido mejor no hacerlo. Ni siquiera lo hace ante Mauricio Macri, con quien viene manteniendo diálogos muy fluidos sobre el valor del dólar, el ritmo inflacionario y la conveniencia de mantener alta las tasas de interés. Pero se sorprende cuando aparecen versiones sobre las internas. En eso se parece a Macri: no quiere que le hagan llegar versiones; mucho menos las que advierten sobre su continuidad en el cargo o sobre el poder real del Central.
Uno de sus asesores de mayor confianza le oyó decir el viernes después de terminar la llamada con Quintana: “La tensión está, es natural y hasta me parece sana. Es la misma tensión que puede haber entre la Reserva Federal y el Tesoro de los Estados Unidos. Cada uno pelea por sus objetivos, que no son perfectamente complementarios. Acá es lo mismo. No es una pelea entre personas. Las instituciones deben estar siempre por encima”.
Federico Sturzenegger y Marcos Peña, el día que anunciaron el cambio de metas inflacionarias.
El jefe de Estado sigue conservando un especial respeto personal y profesional por Sturzenegger, pese a que en la jefatura de Gabinete que comanda Marcos Peña y en el ministerio de Hacienda de Nicolás Dujovne lo miran de reojo. “Una cosa es la valoración intelectual y otra las decisiones políticas. Federico es un técnico”, dicen en el entorno presidencial. Macri y Sturzenegger mantuvieron durante años un encuentro cada quince días para hablar a solas de economía. Esas charlas se daban en el despacho de la jefatura de Gobierno. Pero según conjetura un hombre que acompaña a Macri desde su primer mandato en la Ciudad, desde 2015 se ha abierto entre ellos cierta distancia a la hora de abordar algunas cuestiones.
Sturzenegger le ha dicho en más de una oportunidad que la inflación podría bajarse drásticamente en pocos meses. Para eso sería necesario tomar una serie de medidas que podrían ser traumáticas. “En otra época probablemente Mauricio hubiese actuado de otro modo. Hoy está convencido de que manda la política y de que hay cosas que no se pueden hacer”, dice el mismo interlocutor. El gradualismo no se toca.
Mario Quintana es el vicejefe de Gabinete nacional. Acumula una buena dosis de poder.
En el universo oficialista no falta quien se pregunte hasta qué punto será factible sostener en público que la meta del 15 por ciento para 2018 es posible cuando en despachos propios ya asumen que la suba estará por encima, más cerca del 20. “La preocupación es permanente. Si se hace elocuente pronto que no vamos a llegar a esa meta, entraríamos en problemas más serios de los que ya tenemos”, decía el jueves por la noche uno de los principales funcionarios de Ejecutivo.
Cómo administrar el humor social pasó a ser primordial. Macri pidió que se comuniquen las buenas noticias y que surjan nuevos voceros dispuestos a difundir los aciertos. “La inflación está bajando y la economía se está empezando a expandir, eso lo tenemos claro. El problema es cómo se lo explicás al tipo que vive ajustado”, asume un integrante del equipo económico que el miércoles participó de en una reunión de altos funcionarios en la Casa Rosada.
Mauricio Macri se reunió días atrás con la presidenta del FMI, Christine Lagarde.
Cuando se hizo esa reunión, ya tenían el dato de que la inflación de febrero que iba a difundir por la tarde el INDEC era del 2,4%, lo que se tradujo en 4,2% en los dos primeros meses del año. Más tarde, Mario Negri, sumó preocupación. El radical que está al frente del Interbloque de Cambiemos en Diputados, le hizo saber a Peña y a Quintana que, cuando recorre el país, escucha quejas por la suba de precios . “Hay gente que se le complica llegar a fin de mes. Y hasta nos culpa de los aumentos de tarifas que fijan los gobernadores”, les dijo.
Nicolás Dujovne insiste que la inflación está bajando.
La pulseada interna por momentos es intensa. “No nos peleamos, pero discutimos fuerte”, admiten. A uno de los hombres del área económica le gusta decir que los temblores en el poder son provocados por las diferencias entre los guardianes del corto plazo y los guardianes del largo. Un encuestador amigo del Gobierno cree que, más allá de la fe con la que se defienden las metas y se resaltan los logros económicos, hay incertidumbre por el futuro. Lo explica así: “Si pudiéramos trasladarnos hasta 2023 y constatar que se mantuvo un crecimiento ininterrumpido cercano al 3 por ciento por año nadie dudaría del éxito del modelo. Pero eso es imposible”.
Ya nadie quiere decirlo con estas palabras porque la frase trae malos recuerdos, pero el Gobierno ha vuelto a confiar en que el segundo semestre traerá mejores noticias. Para ese entonces, no hay previstas subas de servicios y los salarios recuperarán terreno por la cristalización de las paritarias. Habrá que verlo. ⠀
Fuente:https://www.clarin.com/politica/mauricio-macri-federico-sturzenegger-mario-quintana-llamados-inflacion-telon-fondo_0_r1l-vfoKf.html
Sé el primero en comentar en «Mauricio Macri-Federico Sturzenegger-Mario Quintana: llamados con la inflación como telón de fondo»