En los último días se firmó un decreto provincial que habilita la metodología del fracking para poder extraer petróleo en Malargüe. Irrigación ente autónomo, autárquico y descentralizado del poder central, tiene la misión de distribuir y administrar el recurso en calidad y en cantidad. Por ello es que se controla la actividad que pueda generar cualquier tipo de contaminación en el recurso hídrico.

“La extracción de hidrocarburos es no convencional e Irrigación tiene que controlarla, así como se controla la industria de cualquier otro tipo de actividad, a fin de evitar que se pueda afectar la calidad del agua. A la fecha, cabe destacar, ya que no sabemos a ciencia cierta qué puede pasar en un año o en mayor tiempo, hoy no hay afectación del acuífero subyacente donde se está llevando a cabo la experiencia piloto de estimulación hidráulica o fracking, área Puesto Rojas Yacimiento Pencal, en el departamento de Malargüe”, aseguró el director de Policía y Control de Calidad del Agua de Irrigación, ingeniero Mario Luraschi.

“Hoy en día, con los resultados de los monitoreos realizados, no hay una afectación al recurso subyacente al lugar donde se ha hecho esta experiencia piloto. Los monitoreos van a continuar, porque son la única herramienta que tenemos”, agregó el funcionario.

“La estimulación hidráulica o fracking se hizo a 2.000 metros de profundidad. Ahí se perforó la roca con agua a presión. El seguimiento y control de estos pozos de monitoreo donde se detectó agua rondan a una profundidad aproximada entre 30 y 60 metros. Hoy no podemos decir que haya afectación de esa actividad pero seguiremos controlándola y cualquier anormalidad que surja será difundida a la empresa y a todos” y se tomarán las medidas correspondientes según legislación vigente.

Al hablar de esta actividad no convencional, también se ha mencionado la cantidad de agua que se requiere para su práctica. “Independientemente del decreto provincial, Irrigación trabaja en una resolución relacionada y referida específicamente a esta actividad. Uno de los contenidos de esta resolución es desalentar el uso de agua dulce y fomentar el uso de agua llamada de formación o coproducción, que es el agua que acompaña al petróleo cuando se lo extrae. Esa agua es la que se ha utilizado en esta experiencia piloto, al igual que un poco de agua dulce, 1.000 m3 por pozo estimulado”, aseguró Luraschi.

“Salvo aquellos casos en que la empresa demuestre bajo declaración jurada que no puede tener para esta actividad la suficiente agua de formación, ahí se analizaría la posibilidad de poder entregar agua dulce, siempre y cuando no vaya a comprometer derechos adquiridos a terceros. Si no, de ninguna manera se va a entregar ni un metro de agua dulce, máxime que estamos en el octavo año de crisis hídrica”, finalizó Luraschi.