En Argentina se realizan alrededor de 500 mil abortos clandestinos al año, más del 60% llevados a cabo por las personas de mayores recursos. En nuestro país, este fenómeno constituye la primer causa de muerte materna con cerca de un 25%. Ante este panorama, se lanzó el día 19 una campaña en las redes y una marcha en el congreso para la legalización, tema que por 7mo año consecutivo tratará de que se debata (ninguna de las 6 anteriores se hizo). Pero ¿Por qué no se legaliza en Argentina? Creer que no se hace pura y exclusivamente por la postura de un partido es idealizar a la política e ignorar que existen múltiples factores

Una de las principales razones se puede atribuir al negocio que representa el aborto ilegal. Se estima que en Argentina éste genera más de 750 millones de pesos, esto debido a que un aborto clandestino cuesta alrededor de 1000 dólares, pero, además, se utilizan otros métodos. Uno de los que más creció en el país es el químico, a través del misoprostol. El único medicamento disponible con esta droga es el Oxaprost que tiene un costo que supera los 2.900 pesos. Su precio ha aumentado más de un 500% en los últimos 2 años. Por otra parte, según la OMS (Organización Mundial de la Salud), se gastan 550 millones de dólares en tratamientos por infecciones y otras consecuencias en los países en los que no es legal el aborto, y otros 325 mil millones de dólares para cumplir con los tratamientos por aborto inseguro

Otra razón es que los últimos presidentes no quisieron tratar el tema debido a pensamientos propios o situaciones personales. Cristina Fernández, contó que en 1984 tuvo un embarazo y que, en el 5to mes, sufrió un aborto espontáneo, lo que fue una situación personal complicada. Por otro lado, Macri es considerado una persona conservadora y se ha mostrado en contra en reiteradas oportunidades, incluso dijo que no se iba a legalizar durante su gestión.

Además, otra causa de la no tratativa es que no hay consenso dentro de los miembros de los partidos y mucho menos dentro de los bloques. Esto es debido a que las coaliciones en si son conformadas por distintos partidos, con ideas similares, pero no iguales, y cada una tiene su líder, por lo que se hace aún más difícil que todos estén de acuerdo

Una pregunta que surge es “¿Influye un Papa argentino?” Si, totalmente. El Papa es, según encuestas, el argentino más popular del mundo, incluso por encima de Messi o Maradona, pero no solo eso, se considera la personalidad más importante de toda Latinoamérica. Además, es una persona politizada frecuentemente, por eso, ningún político quiere estar peleado con él. Y los católicos ¿influyen? Si, pero no tanto como se piensa. Cuando se toma que más del 70% de la población es católica, se da por hecho que todos la profesan, cuando solo menos de la mitad lo hace, 31% de los habitantes de Argentina, y de este porcentaje, no todos están en contra, sobre todo los jóvenes tienen opiniones diversas con respecto al tema. Por otro lado, lo que si dificulta su legalización es que hay gran cantidad de oposición con respecto al aborto por parte de los grupos conservadores (generalmente personas adultas). Según la Organización Despenalización, se estima que alrededor del 40% de la población está en contra y el 60% a favor; pero cuando no se realiza por violaciones, riesgos de muerte en la madre, salud mental o razones socioeconómicas, sino porque simplemente no quiere tenerlo o por un fallo del método anticonceptivo, la opinión se divide entre un 37% a favor y un 42% en contra (el resto se muestra indecisa), por lo que se asume otra razón: el aborto no da votos, o por lo menos, no lo suficiente como para correr el riesgo. Si bien mientras legalizarlo haría que se sumara el apoyo de determinados grupos, se perdería el de quienes se oponen, y a la inversa, por lo que, por ahora, tampoco es de interés político ni puede servir como un “manotazo de ahogado” para ganar el apoyo popular

Comparación con otros países

Generalmente se tiende a comparar la situación argentina con la de otros países, cuando son realidades muy diferentes. En lugares como China, la India o parte de Europa, este fue aprobado ya que es una forma del control demográfico para evitar la catástrofe malthusiana, es decir, cuando una población crece demasiado y su capacidad productiva no es lo suficiente para satisfacerla. Este fenómeno, según la teoría de Thomas Malthus, causaría pauperización y economía de subsistencia.

Por otro lado, se habla de que la práctica del aborto se disminuye en los países que se legaliza. Para responder esto antes piensen, si se llevan a cabo cuando es ilegal, inseguro y muy costoso, ¿cómo sería la situación de ser legal, seguro y gratuito? La disminución se da porque se aplica a la par con la Educación Sexual Integral, ley que en Argentina está sancionada desde el 2006 pero que se desarrolla incorrectamente o incluso no se lleva a cabo: Un informe de Libres del Sur y Mujeres de la Matria Latinoamericana expresa que solo en Buenos Aires, más del 30% de los chicos nunca recibieron estas clases.

El panorama en Argentina es complicado: plazos adoptivos muy largos (incluso más de 5 años), hogares en condiciones deplorables, Educación Sexual Integral olvidada y aborto ilegal. En conclusión: no nazcas ni abortes

Gentileza: Por José Teruel-Analista Internacional