El Gobierno acelera el proceso para la reducción de los cargos políticos

Esta reorganización representaría un ahorro significativo en las arcas del Estado de unos $1500 millones por año

Oculta detrás de la polémica en torno a los nombramientos de familiares en los distintos estamentos del Estado, el Gobierno acelera por estas horas la puesta en práctica de la reducción de al menos el 25% de los «puestos políticos» de cada uno de los ministerios anunciada por el presidente Mauricio Macri el pasado 29 de enero.

Fuentes de la Jefatura de Gabinete y de dos ministerios importantes confirmaron a LA NACION que se están puliendo los «detalles» de la reorganización, que en la práctica se traducirían en la reducción de subsecretarías (quedarán muy pocas o ninguna en algunos casos), la desaparición de unos 1000 cargos permanentes y que en conjunto representarían un ahorro significativo en las arcas del Estado de unos $1500 millones por año, según anunció Macri.

Un par de días después del anuncio presidencial, el jefe de Gabinete, Marcos Peña , autorizó a cada ministro para que comunique a sus subordinados los cambios que se vienen. «Todos entendimos el mensaje y cuando llegue el decreto oficial nos vamos a dar cuenta de que la reducción va a ser superior al 25% en la mayoría de los casos», afirmó aLA NACION un ministro.

La idea de achicar la estructura cumpliendo con el mandato de «austeridad» presidencial fue ejecutada por los coordinadores del gabinete, Mario Quintana y Gustavo Lopetegui, que pidieron listas y modificaciones a cada ministro por escrito. En el caso de Quintana, con un tono áspero que motivó quejas por lo bajo de varios ministros, las que llegaron al propio Presidente. «A fin de mes a más tardar estará todo listo», afirmaron cerca de un ministro clave, restando importancia a las internas.

Hay, con todo, algunas decisiones por tomar. Una de las más trascendentes es definir el destino de varios subsecretarios, que pasarían a formar parte o a liderar proyectos específicos, sin integrar formalmente la planta permanente del Estado. «Esta modalidad te permite contratar gente idónea, de calidad, por un determinado tiempo, y que al terminar su función no quede dentro de la estructura. Queremos hacer un gobierno más dinámico y flexible», contó otro miembro del gabinete.

Los cambios que se vienen serán visibles en varios ministerios, dentro y fuera de la Casa Rosada.

Cambios

En Interior, que encabeza Rogelio Frigerio, habrá una reducción de alrededor del 40% de cargos políticos, unas diez subsecretarías serán eliminadas y hasta alguna secretaría, como la de Municipios, que encabezaba la hoy diputada nacional chaqueña Aída Ayala.

Su función la cumplirá Lucas Delfino, que seguirá siendo subsecretario de Gestión Municipal, pero bajo la órbita del actual secretario de Provincias, Alejandro Caldarelli.

También se prevén recortes en otras secretarías, como la de Asuntos Políticos, que encabeza Adrián Pérez, y posibles reacomodamientos de otros dirigentes, como el subsecretario de Interior, Juan Carlos Morán, con una oferta para mudarse al Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sustentable, que encabeza Sergio Bergman.

El ministro de Educación, Alejandro Finocchiaro, por su parte, resolvió reducir su planta y su presupuesto en un 34%: eliminó todas las subsecretarías de su ministerio, salvo la de Administración, en un proceso que ya había iniciado hace meses. El Ministerio de Modernización, a cargo de Andrés Ibarra y que tiene a su cargo la planta de empleados estatales, también tendrá un porcentaje cercano al 40% de reducción de personal y gasto.

En el Gobierno niegan que haya un malestar extendido en el gabinete luego del decreto presidencial que prohibió a los ministros tener familiares directos en el Poder Ejecutivo. «No hubo tal malestar, más allá de que a algún ministro en particular le haya hecho ruido», afirmó una alta fuente oficial, al tanto de los muchos e importantes cambios que se vienen.