El terrorismo es uno de los focos de atención de todo el mundo en este siglo. Sin embargo, si es por como los medios informativos tratan estos temas, poco sabemos de él.  En primer lugar, cabe aclarar que existen cientos de definiciones de este fenómeno y que cada una engloba a diferentes grupos. Según Kofi Annan, ex Secretario General de Naciones Unidas, «toda acción cuyo objetivo sea causar la muerte o graves daños físicos a civiles o no combatientes, cuando dicha acción tenga, por su índole o contexto, el propósito de intimidar a la población u obligar a un gobierno o una organización internacional a hacer o no hacer algo, no puede justificarse por ningún motivo y constituye un acto de terrorismo».

A pesar de que el concepto sea muy amplio, el término se ha usado constantemente por los medios periodísticos para propagar la islamofobia (temor, prejuicio, desdén o discriminación contra los musulmanes) y xenofobia (miedo, rechazo u odio al extranjero).

Para entender la hipocresía y el amarillismo efectuado, ejemplificaré con los países miembros de la Unión Europea: dentro de su territorio se han identificado 38 autores de atentados yihadistas desde el año 2005 al 21 de abril de 2017 (fecha del ataque en Paris). Al contrario de lo que se piensa, 29 de ellos eran europeos, 5 tenían residencia en un país del territorio y solo 4 eran extranjeros ilegales (un uzbeko, un tunecino y 2 sirios) según datos de la Europol.

Ahora bien, solo en el Reino Unido en 2016 se denunciaron 80.763 crímenes de odio, 18.981 fueron ataques físicos por razones racistas y xenófobas.  Y, entre enero y agosto hubo al menos 7 ataques contra musulmanes. Si tomamos a Alemania como ejemplo, los datos también son alarmantes: 2.846 ataques racistas y xenófobos y 31 ataques contra musulmanes. Si bien estos incidentes se adaptan a la definición de terrorismo recién mencionada, poco se habla de ellos y, además, ni siquiera son considerados actos terroristas por sus propios gobiernos

Mientras los medios de informativos enfocan su mirada solo en un sector, la extrema derecha europea crece a toda velocidad, y se intensifican las medidas contra los inmigrantes (como la cancelación de la operación Mare Nostrum del gobierno italiano, que tenía como fin el rescate de inmigrantes africanos en las costas del Mar Mediterráneo o  el establecimiento de los controles dentro de la zona Schengen-zona libre de controles fronterizos entre algunos miembros de la Unión Europea-) cuando, como se evidencia con los datos, ellos son las victimas y no los victimarios. No caben dudas de que el sensacionalismo periodístico es cómplice de la catástrofe actual.

Gentileza:Por José Teruel-Analista Internacional