Deseo que el mundo viva en armonía, para lograrlo, debemos tener cuidado con las notas disonantes en la melodía de nuestras vidas.
El posmodernismo trajo muchos males, uno de ellos es el aculturalismo, barbarie disfrazada de multiculturalismo.
Según la RAE, cultura es “El conjunto de modos de vida y costumbres, conocimientos y grado de desarrollo artístico, científico, industrial, en una época, grupo social, etc.”
El multiculturalismo es el respeto y la convivencia armónica de diferentes culturas. Esto no es nuevo en la historia de la humanidad, quizás el referente más representativo de ello fue Alejandro Magno. Este fue, probablemente, el mayor conquistador del mundo antiguo; pero también fue famoso por el respeto que tenía por las tradiciones y creencias de los pueblos que caían bajo su dominio. Como apostilla ¿sabías que Alejandro Magno fue alumno de Aristóteles? ¿Habrá tenido esto algo que ver con esta actitud?
Pero la RAE también nos brinda otra acepción de cultura, dice que es “el conjunto de conocimientos que permite a alguien desarrollar su juicio crítico”
Si combinamos ambas definiciones de cultura con el concepto de multiculturalismo, quedaría algo más o menos así: “el respeto por los usos y costumbres del otro, a través de nuestro juicio crítico”.
No toda cultura es digna de respeto, pero si es digno de respeto el derecho a ejercerla libremente de aquellos que así lo desean. Por ejemplo:
No creo digna de respeto una cultura que practica el canibalismo o la tortura o la esclavitud; pero si los que viven en esa cultura creen y desean vivirla (tanto el que va a cenar como el que va a ser cenado), no tengo derecho a prohibirles que cumplan con su folclore.
La diferencia entre el multiculturalismo vulgar del posmodernismo y el multiculturalismo lógico racional, es que el primero acepta el derecho del caníbal a ser caníbal y también acepta como válida la práctica; mientras que el multiculturalismo crítico genera un juicio ético moral del hecho y lo rechaza, aunque respeta el derecho a la práctica libre de los involucrados.
El posmodernismo exalta los sentimientos y las emociones sobre la razón y la lógica, promoviendo la acción instintiva e intuitiva sobre el pensamiento crítico.
El posmodernismo dice que vivir la vida es hacer lo que nos place, en el momento que nos place y como nos place; sin contemplar las consecuencias de nuestras decisiones. Esto es vivir la vida de la animalidad, de los caprichos, de los instintos.
La cultura como pensamiento crítico, deviene en autodisciplina; y como decía Emmanuel Kant: “La disciplina convierte la animalidad en humanidad”.
Vivimos El Imperio de la Decadencia Argentina, porque abandonamos el pensamiento crítico, porque abandonamos la formación de juicios de valor, porque abandonamos la racionalidad humana por la inercia acrítica animal.
Vivimos El Imperio de la Decadencia Argentina, porque elegimos el camino fácil del no compromiso; del no compromiso cívico, del no compromiso como adultos, del no compromiso con nuestra esencia lógica racional; porque elegimos no elegir.
Pero si has llegado hasta este párrafo, es que algo en vos cree que puedo tener algo de razón. Por eso, es hora de que elijas, animalidad o humanidad.
Rogelio López Guillemain
rogeliolopezg
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