Se sumará a grupos informales reducidos que buscarán negociar facilidades para la participación de las pymes. Frustración por no lograr resultados comunes en la cumbre
Frustración y mucho enojo desnudaban los rostros de los ministros que permanecieron hasta anoche en el Hotel Hilton participando de la XI conferencia ministerial de la Organización Mundial del Comercio, cuyo desenlace no arrojó resultados significativos sobre la amplia agenda de temas que motivó, por tres días, extensas rondas de tanteo y negociación.
Sin el objetivo de mínima que perseguía, la presidenta de la conferencia, Susana Malcorra, debió resignar la declaración ministerial en defensa del comercio multilateral basado en reglas que fogoneó desde el primer momento a un pronunciamiento personal que resumió las conversaciones con los miembros. «Todos trabajaron comprometidos, pero no hubo suficientes resultados», reconoció Malcorra, quien fue contundente al admitir que la OMC «está ante una encrucijada» que obliga a un «diálogo reflexivo» de los miembros, que deberán ceder para salir adelante.
El director de la OMC, Roberto Azevedo, se mostró visiblemente enfadado y admitió la «decepción particularmente amarga» por el bloqueo. «En la sala escuchamos un apoyo claro al sistema, pero lo decepcionante es que no se tradujo en decisiones», lanzó el brasileño, antes de evaluar que «el multilateralismo significa obtener lo que se puede, y no todo lo que se quiere», con lo cual llamó a «hacer concesiones, a veces penosas y dolorosas», para avanzar.
Los dos grandes temas que llegaban sin consenso a Buenos Aires, pero con gran voluntad de avances, eran la reducción de las subvenciones a la pesca, con algún tipo de reglamentación contra la pesca ilegal -importante para Argentina- y la negociación tendiente a destrabar los obstáculos al comercio agrícola, en el que coinciden los países de la región y los menos desarrollados contra las naciones más avanzadas.
El máximo resultado -aunque tímido- de la conferencia en Buenos Aires se dio en este tema, ya que el plenario de ministros aceptó fijar una hoja de ruta para avanzar en el tema, con el compromiso de los miembros de informar las eventuales subvenciones que estén otorgando ahora. Mayores avances fueron imposibles, debido a la oposición de China e India.
En el grupo de trabajo sobre la agricultura, transversal a la mayoría de los países, Brasil demandó que se avance en la remoción de los subsidios a los productores agrícolas, tal como hoy rigen en la Unión Europea, y que se regulen las existencias públicas alimentarias, un sistema de stockeo al que recurre India, un país con 1324 millones de habitantes, para su seguridad alimentaria y la prevención de hambrunas. Un acuerdo al respecto parecía posible, hasta que EE.UU. demandó que se incluya una cláusula para que India se vea impedida de exportar remanentes de sus compras. Ahí se detuvieron los avances.
La agenda de «nuevos temas»
Conscientes del inmovilismo al que los llevaron las posiciones desencontradas, varios países, entre ellos Argentina, definieron avanzar en grupos reducidos e informales sobre los temas que les resultan de interés y que hacen a la nueva agenda del comercio en el siglo XXI, como se encargaron de remarcar.
La intención de los gobiernos involucrados es que se formen grupos de trabajo en Ginebra, por ahora fuera de las estructuras formales de la OMC, pero con la participación de sus embajadores ante el organismo, para regular estos temas.
Según pudo constatar El Cronista, Argentina adhirió a los grupos de trabajo tendientes a conformar negociaciones plurilaterales para la facilitación de inversiones, el acceso de micro, pequeñas y medianas empresas al comercio internacional, el desarrollo del comercio electrónico y la reducción de subsidios a la pesca. Cada uno de esos grupo contaban, con un piso de 70 y un techo de 90 integrantes.
Dichos grupos informales podrán incorporarse a la OMC si los miembros, por unanimidad, aceptan que se formen mesas de discusión que activen, a futuro, negociaciones plurilaterales abiertas. Las mismas aparecen como la única salida a la situación de congelamiento en la que se encuentra la OMC, cuya particularidad es el trabajo por consenso y la adopción de medidas por unanimidad.
Fuente:https://www.cronista.com/economiapolitica/Sin-acuerdo-en-la-OMC-Argentina-apuesta-a-negociaciones-paralelas-20171214-0030.html
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