Ya sé que los híbridos o convertibles, junto con la categoría de gaming, lideran el mercado, pero yo soy partidario de separar los usos. Defiendo la tableta para ciertos usos, como segunda o tercera pantalla a pesar de que los móviles son cada día más grandes, y el portátil cuando necesitas más potencia. Así que, del Asus ZenBook Flip S que he estado probando estos días, me quedo con su uso como portátil.

Tampoco es difícil de entender que me guste como portátil, claro. Basta con dar un repaso a sus características: Intel Core i7, pantalla de 13,3 pulgadas con resolución 4K y aspecto 16:9, 16 gigas de memoria RAM, un tera de almacenamiento en memoria sólida… En la hoja técnica lo único que se echa de menos es una gran tarjeta gráfica; lleva el chip HD 620 de Intel, así que no es un equipo preparado para los jugones más avezados, pero para el resto de los mortales es todo un equipazo.

En este caso, los componentes están muy bien complementados y montados. Dos aspectos que dicen mucho de un portátil: ¿se calienta? ¿es ruidoso? Son dos preguntas que van combinadas. Una disipación poco eficiente del calor que produce en funcionamiento del procesador origina un trabajo extra para el sistema de ventilación y, por lo tanto genera más ruido. El Flip S es francamente silencioso, pero podemos controlar el trabajo del ventilador con la app integrada Quiet Fan, que balancea el ritmo de trabajo del procesador con la velocidad del ventilador para reducir el ruido a 20 decibelios.

Otro aspecto importante siempre es el rendimiento de la batería. Al igual que hace Apple con sus MacBook, la batería ocupa cada espacio libre en el interior del ZenBook para lograr hasta 11 horas de uso, fácilmente prolongables mediante cargas cortas pero rápidas que aportan en poco tiempo más minutos de utilización.

Lograr empaquetar un equipo con estas características en una carcasa bella, ligera y muy fina es un trabajo exigente. El resultado pesa 1.100 gramos y tiene 10,9 milímetros de grosor. El cuerpo está construido con aluminio serie 6.013, habitual en la industria aeroespacial y en los equipos de alta gama y los bordes están biselados con corte al diamante.

La construcción de la pantalla contribuye a la delgadez de la tapa (por cierto, muy sólida y firme). La idea (que también utilizan otros fabricantes, como Apple) es unir varias de las capas que la forman y evitar láminas intermedias de vidrio. Eso permite que la pantalla sea más fina y brillante.

En línea con los nuevos móviles de pantalla infinita, el ratio de pantalla sobre superficie total del Flip S es del 80%, sin embargo, la necesidad de mantener controles táctiles integrados en la propia pantalla hace que se reduzca incluso cuando se usa en modo portátil.

Con respecto al teclado, el recorrido de un milímetro (el desplazamiento vertical de la tecla cuando la oprimes) se queda escaso cuando se escribe muchas horas al día, pero, sin duda resulta muchísimo más adecuado que escribir directamente en pantalla o en buena parte de las fundas-teclado. Por cierto, está retroiluminado para facilitar la tarea en condiciones de oscuridad.

En equipos tan comprimidos hay que renunciar a cosas. Por ejemplo, a puertos. Si alguien está pensando en conectarle directamente un cable Ethernet o un USB de los de toda la vida, que se olvide. Asus ha dotado a este ZenBook Flip S de dos puertos USB tipo C con características completas (conexión de periféricos, transmisión de datos a alta velocidad -hasta cinco gigas por segundo y alimentación eléctrica).

También es difícil integrar un lector de huella dactilar. Lo han hecho en el lateral derecho. El escáner mide apenas 3,6 milímetros de ancho por 16 de largo. Y no siempre es fácil poner el dedo a la primera para que lo lea.

Para trabajar como tableta, cuenta con dos bisagras que permiten girar la pantalla 360 grados. Son lo suficientemente sólidas para permitir todas las posiciones intermedias: desde la convencional de portátil hasta modo reproducción multimedia, tienda…

El formato de pantalla de 16:9 del Flip S no es para mí el más adecuado para las tabletas; prefiero formatos más cercanos al 4:3. La relación 16:9 y más aún la 18:9 crea superficies muy apaisadas o excesivamente verticales. La excepción es la reproducción de cine, en donde resulta un formato más adecuado (incluso el raro 21:9).

Para su uso como tableta, se incluye un puntero inteligente, el ASUS Pen, que reconoce 1.024 niveles de presión.

Y ¿cuánto cuesta esta pequeña maravilla? En función de la configuración, los precios arrancan en 1.249 euros y llegan a los 1.549.