Con la experiencia de las Rondas 1 y 1.5 del Plan RenovAr, y el aporte de los adjudicatarios de las licitaciones que se llevaron a cabo en dichas instancias, en varias áreas del Gobierno nacional trabajaron en forma transversal para pulir aspectos de las normativas que, en el pasaje de la teoría a la práctica, demostraron ser perfectibles de cara al lanzamiento de la Ronda 2 y las que vendrán después de ella.

En este sentido, la Subsecretaría de Energías Renovables, del Ministerio de Energía y Minería de la Nación que comanda Juan José Aranguren, fijó una agenda conjunta con la Agencia Argentina de Inversiones y Comercio Internacional (AAICI) que estableció cinco temas principales para trabajar durante todo el presente año.

Optimizar soluciones

«Concentramos la mayor parte de nuestro esfuerzo y tiempo en el tema logístico, para identificar los posibles cuellos de botella y analizar las propuestas de mejora que optimicen su solución», comentó el vicepresidente Ejecutivo de la AAICI, Andrés Tahta, a El Cronista durante el transcurso de AIREC 2017, congreso dedicado a las energías renovables que se realizó semanas atrás en el Hotel Hilton, de la Ciudad de Buenos Aires.

Con ese objetivo, desde la entidad trabajaron con los tecnólogos, los proyectos, los privados, el Ministerio de Transporte y el de Producción, Vialidad Nacional, los puertos, la AFIP, la Aduana y la ADIF. Durante enero y febrero de este año hicieron un detallado estudio sobre la logística y, a partir de marzo, lanzaron una mesa de diálogo con todos los participantes del mercado.

Como resultado de ese trabajo, ordenaron toda la información referente a los 59 proyectos que fueron adjudicados, por 1.900 MW, por medio de las dos primeras licitaciones del Plan RenovAr, para que la logística no sea un problema en su implementación.

«Nuestro rol fue advertir que, por la concentración en un mismo período, íbamos a tener una congestión en el puerto de Bahía Blanca con la llegada de los equipos eólicos», especificó Tahta.

Y, en relación a los componentes solares, que se manejan con contenedores y no por carga, como implica la movilización de 7.000 de estos recipientes, también presentaba un desafío logístico.

«También identificamos problemas en la Aduana -detalla el vicepresidente Ejecutivo de la AAICI-, porque el 87% de lo que se está construyendo de la Ronda 1 es importado y tiene un largo proceso para su nacionalización: acá llevaba por lo menos un mes mientras que en Chile solo tarda 48 horas».

Paralelamente, con la AFIP y la Aduana crearon un fast track para evitar los bloqueos automáticos. Y, por otro lado, en servicios logísticos identificaron que existe una flota insuficiente de grúas y carretones extensibles para palas, un gap que, con la ayuda de los tecnólogos y los transportistas, están trabajando para resolver.

Puntos de interferencia

Finalmente, con Vialidad observaron 10 puntos de interferencia. Esto, por ejemplo, en el caso de los transportistas se puede resolver con la homologación de flotas por el plazo del proyecto y no en cada trayecto en particular.

«Si miramos lo que está pasando hoy con los proyectos de las Rondas 1 y 1.5, vemos que hay cuatro que han entregado su energía antes de tiempo y otros 19 que están en período de construcción, pero no van a tener ningún problema en llegar a su COD», advierte Tahta. Y anticipa: «Estimamos que más del 80% de estos van a llegar a cumplir con la entrega de su energía según los plazos acordados».

En particular, para los proyectos de la Ronda 2.0, cuyas ofertas fueron ya dadas a conocer, consolidaron sugerencias de mejora. Canalizaron las propuestas, inquietudes y dudas de los privados e inversores, los agruparon por temática, filtraron lo que corresponde de lo que no, y lo compartieron con la Subsecretaría de Energías Renovables.