El diálogo será con todos y no individual; la agenda serán impuestos, equilibrio fiscal y el presupuesto 2018.
En plena campaña electoral, el presidente Mauricio Macri resolvió convocar a todos los gobernadores del país, en conjunto e incluidos los del peronismo, para después de las elecciones del próximo 22. El objetivo consiste en avanzar en una agenda amplia de leyes y acuerdos sobre reformas estructurales para los siguientes dos años.
En los últimos días, Macri le pidió al ministro del Interior, Rogelio Frigerio, que convoque a todos los mandatarios provinciales. Hasta hoy el dilema era si dialogaría con todos juntos o con cada gobernador por separado. «Pero la convocatoria será a todos», dijo ayer a LA NACION un alto funcionario. Frigerio hará la invitación.
El acto formal de invitación se hará la semana posterior a los comicios. Pero todavía no hay fecha fijada para el encuentro y la foto. Sin embargo, Frigerio les adelantó a algunos esa decisión. Podrá ser en la Casa Rosada o en Olivos. Estarán Macri y el jefe del Gabinete, Marcos Peña.
El objetivo es aprovechar el envión de un posible triunfo en las urnas para dialogar desde una posición de fuerza. «Es una reunión de trabajo y repaso de agenda», agregó aLA NACION otra alta fuente de la Casa Rosada. La agenda serán los proyectos de ley de reforma tributaria, de responsabilidad fiscal de las provincias y el presupuesto de 2018. «Queremos un acuerdo amplio», dijo esa fuente.
También podría incluirse un diálogo sobre el reclamo de la gobernadora bonaerense, María Eugenia Vidal, ante la Corte Suprema para rescatar el Fondo de Conurbano Bonaerense. «Eso dependerá de la Corte, si falla o no», dijo otro allegado al Presidente. Las señales de la Corte son que el caso podría demorarse más de lo que se cree. Y no estarán incluidas en ese acuerdo la reforma laboral ni la reforma de la coparticipación federal, que sólo se negociará en 2018 para ser presentada en el Congreso en 2019, año de las elecciones presidenciales.
Las reformas en materia laboral no se conversarán con los gobernadores, sino con los sindicatos y las cámaras empresariales, sector por sector, y se aplicarán mediante varios proyectos de ley, decretos y otros instrumentos, confirmaron ayer en la Casa Rosada.
Así las cosas, Macri comenzó a definir el formato de la relación con el peronismo para los próximos dos años. «Queremos convocar a todos para encarar la última parte del año después de la campaña, que dejó algunas heridas. Con la mayoría de ellos tenemos una buena relación», dicen en el primer piso de la Casa Rosada.
Aseguran allí que Frigerio, el ministro más político, mantiene buen diálogo con varios gobernadores del PJ: Juan Manuel Urtubey, de Salta; Juan Schiaretti, de Córdoba; Sergio Uñac, de San Juan; Sergio Casas, de La Rioja; Gustavo Bordet, de Entre Ríos; Domingo Peppo, de Chaco, y Mario Das Neves, de Chubut, entre otros. En cambio, Macri espera que un triunfo de Cambiemos sirva para ablandar la actual relación tensa con Carlos Verna, de La Pampa; Gildo Insfrán, de Formosa; Alberto Rodríguez Saá, de San Luis, y Alicia Kirchner, de Santa Cruz.
Si se logran acuerdos, el Presidente convocará a sesiones extraordinarias en el Congreso para debatir -y sancionar las leyes- en los meses de diciembre y de febrero. Los funcionarios y los legisladores quieren vacaciones en enero, luego del año de campaña.
«Hay que darnos un poco de vacaciones en enero», dicen. De aquí a las elecciones, el Gobierno evaluará la situación política y electoral en cada provincia, según los resultados electorales, para diseñar el diálogo con el peronismo.
El escenario más favorable al que aspira el primer mandatario es un bloque sólido de unos 30 senadores liderados por Miguel Ángel Pichetto y otro de 50 diputados que responderán directamente a los gobernadores. En el Gobierno imaginan que si Urtubey ganara en Salta, el jefe de ese bloque podría ser el salteño Juan Pablo Kosiner.
Muchos jefes provinciales se reúnen con Frigerio en compañía de Pichetto, que es su referente.
En Balcarce 50 estiman que en ese bloque se integrarán los diputados de Sergio Massa, Diego Bossio y otros peronistas vinculados a Florencio Randazzo. «El peronismo se va a ir uniendo. ¿Adónde van a ir Felipe Solá, Graciela Camaño y Marco Lavagna?», razonan.
También el Gobierno intentará tejer alianzas sólidas con los bloques de diputados de partidos provinciales que gobiernan sus distritos: el Movimiento Popular Neuquino, el Frente Cívico de Santiago del Estero y el peronismo de Misiones. El objetivo es aprovechar el envión de un triunfo en octubre para aprobar leyes claves de los futuros dos años de la gestión y transmitir la imagen de gobernabilidad para lograr inversiones.
Fuente:http://www.lanacion.com.ar/2069755-convocaran-a-los-gobernadores-para-un-acuerdo-amplio-luego-de-las-elecciones
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