Aseguran que servirá para financiar viviendas nuevas para la clase media. Señalan que la burocracia, los costos y los plazos atentan contra el crecimiento sectorial
Es el tema principal desde que se creó la mesa de la construcción. Es el ítem que hoy, a las 17.30, se volverán a hablar las grandes constructoras, el Gobierno a través del ministro del Interior, Rogelio Frigerio, y los bancos: la vivienda para la clase media.
La esperanza en el sector privado de la construcción que está viendo crecer su negocio de la mano de la obra pública está puesta en el anuncio que realizó el Banco Nación de líneas de financiamiento del 100% para viviendas a boca de pozo.
«Es una gran medida, cuando esto esté plenamente operativo significará un boom de la construcción», se entusiasma un hombre fuerte de la industria.
Así también lo explicó el presidente de la Cámara Argentina de la Construcción, Gustavo Weiss, quien le dijo a la agencia Télam la semana pasada que «sabíamos que el Banco Nación estaba trabajando en el tema. Esto es un espaldarazo grande en favor de los constructores y desarrolladores que dinamizará la construcción para la clase media», aseguró.
Pero el problema es el «mientras tanto». Los procesos de la industria, los plazos de construcción y hasta la falta de ejercicio de las entidades bancarias atentan contra la reactivación.
«Hoy tenes varios problemas. Los bancos no tiene gente idónea para analizar los proyectos, los departamentos de legales no tienen la gimnasia necesaria para poder leer este tipo de contratos» explicaron a El Cronista desde el sector privado.
Otro punto que buscarán solucionar en las mesas de seguimiento de la construcción son las habilitaciones. Los constructores señalan que, aunque los proyectos encuentran en los bancos una rápida aprobación, se encuentran con las habilitaciones municipales demoran hasta ocho meses. «Tenes todo aprobado, pero la burocracia hace que todo sea haga muy lento. Y, en el medio, los costos cambian».
Los hombres y mujeres que esperan levantar edificios y viviendas para la clase media siguen muy de cerca la evolución de los valores de la construcción, tanto de los materiales como de la mano de obra. Pero, en especial, de la tierra.
«El valor de la tierra creció mucho y los valores de la construcción son muy altos. A esto le sumas un dólar barato, lo que hace que hoy tengas que estar vendiendo un departamento en un promedio de u$s 1800 a u$s 2000 el metro cuadrado. Esto, en un departamento de 80 metros significa u$s 160.000 de base, algo que es un problema para los bolsillos de la clase media», agregó el dueño de una de las empresas desarrolladoras más importante.
En el ínterin, los desarrolladores miran con buenos ojos la continuidad del Procrear. No sólo porque con el PPP podrán participar de la construcción de barrios, sino que entienden que de alguna manera les da tiempo para que «comience a girar la rueda y llegue el boom de construcción que creemos que va a llegar».
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