Mendoza reedita en estos días el mensaje a la población “No compres robado”. La campaña de bien público da continuidad al trabajo iniciado el año pasado: afianza las políticas de prevención del Ministerio de Seguridad y refuerza la acción al sumar el 0800 para denuncias anónimas que son el punto de partida de investigaciones policiales.

“Lo que vos comprás barato, a otro le costó caro” es el concepto que apela a la solidaridad y busca reforzar la idea de que la única forma de terminar con los robos es desmotivar la compra de objetos que tienen ese origen. En definitiva, como sucede en otros circuitos delictivos, se necesita de una contraparte para “cerrar la operación”.

Objetos faltantes y cuya silueta se marca con tiza sobre el asfalto es el recurso de los avisos gráficos y audiovisuales, que emulan la escena de un crimen. Hay víctimas, pruebas y faltan objetos de la persona agredida. Una notebook, un celular y la rueda del auto son el centro de la escena rodeada por cintas de no pasar y los curiosos infaltables. En un sentido melancólico y apelando a lo que pudiera sentir el propietario de los objetos, en cada escena sólo quedan restos de lo que había, de lo que se tenía.

Las producciones audiovisuales utilizan locaciones típicas de Mendoza de día y de noche. En estas dramatizaciones participan actores que representan al personal de policía científica y a como inspectores que junto a las víctimas reconstruyen la acción.

La línea gratuita 0800 222 6111 es anónima y el denunciante sólo deja una grabación. “Si sabés de personas o locales que venden artículos robados denuncialo, no seas cómplice”, resalta el pie del aviso publicado en el sitio web específico sobre el tema. Una vez recibida la denuncia telefónica, la Policía comienza la investigación, que debe ser ágil, partiendo de la confirmación de la veracidad de la llamada.

Recomendaciones

Pedir factura, garantía o cualquier otra documentación para posibles reclamos y comprar en un comercio habilitado son sugerencias básicas, que si bien todos conocemos y son de sentido común, no siempre suelen cumplirse.

En la misma sintonía, se recomienda no comprar productos con precios muy por debajo de su valor real, revisar que el producto no tenga nombres o marcas de personas. Y si el producto parece nuevo, hay que fijarse que no tenga etiquetas o marcas de grandes tiendas o supermercados.

Si se trata de algún aparato electrónico, como computadoras o teléfonos celulares, hay que revisar su contenido y verificarlo con el vendedor.