A la bardana de nombre latino Arctium lappa y también conocida como lampazo, cadillo o cachorrera, de la familia de las compuestas, se la considera una mala hierba, y es por eso que la mayoría de las veces termina siendo pasto del fuego o de los herbicidas.

Es una planta muy poco exigente,  no importa en qué circunstancias se siembre, pues ella encuentra el modo de germinar y crecer.

Posee inulina, fitoesterol y ácidos fenólicos, entre otros compuestos. Es antiséptica, alcalinizante, laxante, antibacteriana, sudorífica, diurética, estomacal, depurativa, colagoga, antibiótica, hipoglucemiante, vulneraria, cicatrizante, antiinflamatoria.

Propiedades y Usos

• La bardana ha sido utilizada por la cosmética y por su uso en tratamientos dermatológicos contra el acné y los granos.
• Tiene poder sorprendente para combatir los dolores en las articulaciones: sus hojas frescas se muelen y se aplican en cataplasma para tratar las inflamaciones articulares y la artritis aguda.
• La medicina oriental usa la bardana contra la apendicitis, para lo que hay que beber medio vaso de zumo extraído de la planta, y contra las anemias, cuyo tratamiento consiste en preparar kinpira (que literalmente significa “pedazos preciosos aplastados”) de bardana.
• La kinpira se elabora pasando por la sartén pequeñas tiras de raíz fresca de bardana durante 2 ó 3 minutos, después se añade agua y se cuecen a fuego lento hasta que estén tiernas. Se sazonan con salsa tamari y se dejan después sobre un fuego mínimo hasta que el líquido se evapore por completo.
• La decocción de semillas de bardana (entre 10 y 20 g por cada taza de agua) alivia eficazmente los calambres abdominales y los dolores de estómago.
• Se pueden tratar las picaduras de insectos y las mordeduras de víbora aplicando la pulpa de la bardana sobre la piel. Esta pulpa (de las raíces y de las hojas) es una de las principales soluciones naturales que existen para tratar los forúnculos, el eccema, la tiña y cualquier tipo de costras, también las lácteas (es decir, la dermatitis seborreica de los lactantes). Aplicarla directamente sobre la zona afectada y verá los resultados.
• Maceradas en aceite de oliva, las hojas frescas de esta planta aceleran la cicatrización de las úlceras en las piernas y las heridas y llagas en general.
• A su acción externa se suman los beneficios para el organismo a nivel interno: a través de una tisana que lo limpie.
• La bardana es diurética (estimula la expulsión de orina) y depurativa (ayuda a eliminar las toxinas).
• Estimula la producción de bilis.
• Tonifica el hígado y mejora sus funciones
• Reduce la hinchazón.
• Una planta llena de propiedades nutritivas. Los brotes jóvenes pueden comerse crudos, recién extraídos de la tierra; sólo hay que pelarlos para retirar la parte amarga.
• Podemos usar la bardana para preparar tinturas (50 gr de raíz seca troceada en 250 ml de ron, vodka o coñac (que tenga unos 80ºGL, dejarlo durante unas 5 semanas, luego colar y guardar.)
• Las hojas jóvenes o nuevas también se comen. Pueden cocerse o fermentarse como el chucrut para conservarlas. Las hojas adultas y la médula de los tallos gruesos también son comestibles una vez cocidos (aunque por lo general los tallos se desechan debido a su amargor).
• La bardana posee una raíz gorda y carnosa que se puede consumir como legumbre, pero que también puede sustituir al café al torrefactarse (tostada en un proceso similar al del propio café).
• En Japón se usan las variedades menos amargas y más tiernas, que se preparan como otras legumbres (zanahorias, chirivías y salsifíes, por ejemplo).
• Puede utilizarla en sopas de verduras, en cremas y purés, al vapor y salteada.
• El aceite de bardana se usa externamente para estimular el crecimiento del cabello.

Gentileza: www.susanaperucca.com.ar