Para la Unesco, las industrias culturales y creativas están constituidas por “aquellos sectores de actividad organizada, que tienen como objeto principal la producción o la reproducción, la promoción, la difusión y/o la comercialización de bienes, servicios y actividades de contenido cultural, artístico o patrimonial”. 

Al respecto, Sebastián Ladrón de Guevara, coordinador del área, explicó que “las Industrias Creativas, a diferencia de otros sectores productivos de la sociedad, son una fuente inagotable de recursos. Desde la Secretaría de Cultura se propone un cambio de mentalidad productiva. El desafío es concebir lo que se puede lograr con la economía creativa”.

La cultura atraviesa un cambio en el paradigma, principalmente en sectores que se relacionan con la comercialización. Este cambio se da simplemente por la evolución de los procesos, generando que muchas de las aéreas culturales quieran vivir de sí mismas y propiciando para la sociedad fuentes de trabajo, desarrollo y cohesión social.

Sobre el segundo ciclo de formación

Esta nueva edición del ciclo de formación en Industrias Creativas surge a partir de una evaluación de 7 meses de duración, durante la cual se elaboraron documentos que analizaban el contexto de cada sector de la provincia, tomando la impronta de lo realizado durante el primer ciclo.

Estos documentos le permitieron al área de Industrias Creativas de la Secretaría de Cultura obtener información para seguir profesionalizando el sector, comprendiendo cuáles eran sus fortalezas y sus problemas a mejorar.

En base a dicha evaluación, se diagramaron los contenidos que se presentarán en este segundo ciclo de formación. Las capacitaciones estarán a cargo de 6 profesionales y tendrán lugar en los departamentos de Junín, Capital, San Rafael y Tupungato. Para mayor información sobre las fechas e inscripciones haga click aquí.

Los ciclos de formación se encuentran en constante movimiento y adaptación, ya que el área de Industrias Creativas está en permanente contacto con el sector creativo, que abarca múltiples sectores artísticos y culturales. La evolución es constante y genera una retroalimentación constante.

Industrias Creativas en Latinoamérica

Ladrón de Guevara explicó que “la matriz productiva en muchos países latinoamericanos se está diversificando. En países similares políticamente a Argentina, se han percatado del alcance de las Industrias Creativas y han realizado estudios para cuantificarlas, se trabaja en leyes que las fomenten y defiendan. Esto ha sido el puntapié inicial para generar la inquietud en otros países”.

En Colombia se la denomina la Ley Naranja, una iniciativa que dos senadores colombianos realizaron en conjunto con el Banco Interamericano de Desarrollo. Surgió así el “Libro de la economía naranja”, que fue la medición más visible de cómo aporta la cultura a la economía de los países. Actualmente, en Colombia, por ejemplo, las Industrias Creativas aportan más al PBI del país que la industria cafetera.

Por otra parte, en Chile, que no tienen una matriz productiva muy diversificada, buscan cambiar el paradigma el país. El plan de fomento de Chile se destaca principalmente por la creación de un comité interministerial, en el cual todas las áreas del gobierno participan activamente aportando.