La Dirección General de Escuelas, a través del programa Entornos formativos seguros, benefició a más de 8.900 alumnos de tercer año de escuelas técnicas y CCT que significó una inversión de $ 10.216.000. Ya está en marcha una nueva etapa orientada a los alumnos de 4º y 5º  y CCT, con una inversión asociada de más de $ 25.000.000. 

El programa Entornos formativos seguros está orientado a proveer a los alumnos de las escuelas secundarias Técnicas y de los Centros de Capacitación para el Trabajo (CCT), el equipo necesario para que puedan realizar sus prácticas en forma segura para su integridad y la de sus compañeros.

De este modo, no sólo se protege a los estudiantes, sino que además se los forma en la manera correcta de trabajar para lograr la internalización y protección de los alumnos. Se incluyen elementos de acuerdo a la modalidad específica: botín de seguridad con puntera reforzada, mameluco, delantal de cocina, para laboratorios de química y producción de alimentos, botas de goma, camisa de seguridad, pantalón de seguridad, chaqueta de cocina y zapato de cocina.

Los alumnos beneficiados corresponden al tercer año de la totalidad de las tecnicaturas de nivel medio de la Provincia y de los Centros de Capacitación para el Trabajo (CCT). En el caso de las modalidades de las escuelas técnicas se incluyen aeronáutica, agropecuaria, construcciones, electromecánica, electricidad, electrónica, industria alimentaria, industria de procesos, madera y mueble, mecánico, minería y químico. Dentro de los CCT se incluyen las de gastronomía, construcciones, electricidad, soldadura y mecánico.

La Dirección de Educación Técnica y Trabajo de la DGE,  además de velar por la integridad de sus alumnos y docentes, debe proveer una formación que se ajuste a las exigencias a las cuales se verán expuestos sus egresados a la hora de acceder al mundo del trabajo. Es en este sentido que la seguridad personal cobra un valor preponderante.

Según datos de la Superintendencia de Riesgo del Trabajo, nuestra provincia se encuentra en la tercera posición en accidentes de trabajo en todo el país desde el 2014. Esta situación tiene mucho que ver con las deficiencias en los sistemas de seguridad de algunas empresas, por el riesgo intrínseco de algunas actividades y en las carencias en la formación de los trabajadores en temas relacionados a la seguridad en el trabajo.

A su vez, los alumnos durante su formación concurren y permanecen en ámbitos de los talleres, los laboratorios y los espacios productivos, por lo que requiere que los mismos se encuentren en condiciones de seguridad para el desarrollo de estas actividades prácticas. En el caso de los equipos de protección personal (EPP), se incluye ropa y calzado adecuados a las actividades a desarrollar y sus altos costos son para la mayoría de las familias de los alumnos un impedimento para su cumplimiento.