La cantidad de agua acumulada en esta temporada está dentro de los valores históricos. La sensación de año lluvioso se debe a la potencia de los eventos.
Las precipitaciones acumuladas en la temporada 2016-2017, en los oasis cultivados, marcan valores medios históricos según un análisis elaborado por el área de Investigación y Desarrollo de la Dirección de Agricultura y Contingencias Climáticas.
“Las precipitaciones registradas durante la temporada agrícola 2016/2017, muestran apenas un 10% de disminución respecto del promedio histórico (2007/2008 a 2016/2016) y una clara diferencia respecto de la temporada anterior (2015/2016), la cual se mostró como una temporada record en la última década” destaca el informe elaborado a partir de las estaciones 31 meteorológicas que posee la DACC.
Estos valores refuerzan que Mendoza se caracteriza por un régimen de pluviométrico de tipo monzónico, por lo cual, más del 80 % de las precipitaciones anuales se concentran en la estación cálida, la cual en ciertos años es utilizada como complemento del riego agrícola. La combinación de escasas precipitaciones y la alta evapotranspiración, hace que prácticamente en esta zona la agricultura sólo sea posible mediante la aplicación de riego integral.
“Eventos extremos”
La sensación de temporada “muy lluviosa” se debe, principalmente, al carácter torrencial de los eventos de precipitación manifestándose como “evento extremo”, acompañado de fuertes vientos con caída de árboles y algunos otros problemas en algunos casos y con inundaciones en áreas urbanas en otros.
“Como se señala en el Panel Intergubernamental de Expertos en Cambio Climático (IPCC), estos eventos extremos tienden a ser cada vez más frecuentes, habida cuenta del desequilibrio que se ha generado y se genera a nivel planetario con el calentamiento global”, explica el análisis de DACC.
Los eventos ocurridos en los meses de octubre y noviembre de 2016, y en el mes de marzo y el corriente mes de abril de 2016 demuestran esta particularidad. En estos casos se han producido tormentas que arrojan entre 20 y 45 mm de lluvia en lapsos cortos de tiempo (1 a 3 horas), con vientos fuertes acompañados de ráfagas esporádicas que alcanzan los 50 km/h, generando serios problemas a nivel agrícola y urbano.
El Niño en la producción local
Las complicaciones que trae aparejado la situación del El Niño en las propiedades agrícolas de Mendoza, están signadas generalmente por daños debidos a la cantidad de lluvias, en frecuencia y magnitud, para la temporada de primavera-verano-principio de otoño.
En ese marco el informe señala que durante la temporada 2016/2017 el índice ENSO (Oscilación de El Niño en el Sur) se mantuvo en valores que califican la situación como año “Neutral” (temperatura superficial del mar entre 0,5 y -0,5 °C respecto al promedio) con eventos extremos al comienzo y sobre la finalización de la misma.
No obstante, los modelos internacionales muestran pronósticos de situación “El Niño” que podrían comenzar a manifestarse en la primavera de 2017, acompañando gran parte de la temporada agrícola 2017/2018, en principio”.
En ese mismo sentido el informe del Servicio Meteorológico Nacional, correspondiente al trimestre Abril-Mayo-Junio de 2017, indica un pronóstico de precipitación entre “Superior a la normal” y “Normal” para la región de Cuyo, así como para gran parte de la Región Central del país.
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