Es fácil sentirse envuelto en la emoción de encontrarse entre personas interesantes. Te sientes feliz, motivado, y con ganas.

Son encantadores. Te emocionan con sus historias maravillosas y astucias, su pasión tentadora de los asuntos que conversan.

Todo lindo, pero el problema es que ellos realmente no saben de los que hablan.

Pasan un montón de tiempo hablando de un lado a otro sin tomarse el tiempo de pensar lo que están diciendo. Están completamente ocupados escuchándose a sí mismos para escuchar lo que alguien más tenga que decir.

Es fácil asumir que las personas más abiertas, con abundancia de opiniones son los más inteligentes. De hecho, esto no siempre se cumple.

Las personas más inteligentes son de hecho los que menos esperas que lo sean. Estos pacientemente esperan a que la otra persona diga lo que tiene que decir. Ellos escogen escuchar en lugar de hablar.

Las personas más calladas son las más inteligentes y brillantes; los que hablan menos tienen el mayor poder cerebral. Imagínate.

Estos son introvertidos. Son del tipo creativo, los genios que se estimulan de aprender y no de socializar.

Quizás no los hayas notado. Prefieren mantenerse fuera del radar, produciendo silenciosamente el mejor trabajo y el arte más hermoso.

Muchas veces son los más callados los que se encuentran sentados en una biblioteca, leyendo descansando en los sofás, escribiendo y creando.

Los más callados tienen cerebros más fuertes porque se toman el tiempo para reflexionar

Lo mejor que puedes hacer por tu cerebro es darle un descanso y permitirle absorber su entorno.

De acuerdo a la revista AARP, ser callado es bueno para la salud de tu cerebro – ya que le da a tu mente una posibilidad de reflexionar y “viajar”.

Son los más callados son los que dedican más tiempo a meditar. Sus cerebros se hacen más fuertes porque no solo escuchan cosas; las analizan.

Los más callados no son solitarios; solo valoran más el aprendizaje sobre los chismes

Algunas de las personas más inteligentes son introvertidas. De acuerdo a una entrevista en Scientific America con Susan Chain, autora del libro “Silencio: El poder de los introvertidos”:

“También es importante entender que la introversión no es lo mismo que la timidez. La timidez es el miedo que se tiene a ser juzgado negativamente, mientras que la introversión es simplemente la preferencia por menos estimulación”.

No es que las personas tímidas no disfrutan de estar en compañía de otros; solo prefieren la compañía de libros. Las personas calladas son aprendices naturales, y tienen una sed insaciable de conocimientos.

Su curiosidad los lleva a querer aprender tanto como puedan. Solo porque sean callados no significa que sean antisociales; solo prefieren expandir sus mentes más de lo que puedan querer abrir sus bocas.

Los más callados escogen sus palabras con sabiduría

Cuando la gente está constantemente charlando o emitiendo palabras, generalmente pierden la noción de lo que están diciendo. Los más callados están atentos a lo que dicen.

Son personas que les gusta reflexionar. No les gusta expresar palabras inútiles o que carecen de sentido en un mundo que ya se encuentra inundado de ruido. Quieren agregar un plus al mundo.

Los callados suelen pensar qué decir en lugar de solo parlotear por capricho. Cada oración es creación de su maravillosa mente.

Los más callados escuchan más y hablan menos

Las personas más inteligentes son los que están escuchando silenciosamente y “empapándose” de todo lo que se dice alrededor de ellos. Estas personas son los que tienen más conocimientos porque procesan palabras en lugar de hablarlas.

Sus pensamientos y opiniones se derivan de conocimientos que han sido meticulosamente internalizados y curados. Cuando escuchas, tienes la capacidad tomar mejores decisiones.

Si eres callado, podrás tomar decisiones sabias. No puedes tomar una decisión adecuada sin siquiera conocer todos los hechos.

Los parlanchines están muy ocupados escuchándose a sí mismos como para entender realmente de lo que están hablando.

Gentileza> Edith Gomez <edith@gananci.com>