BARCELONA (Por Noelia Román, dpa).- El coleccionista de récords que es Lionel Messi anda empeñado en intentar el no va más con una jugada maestra: protagonizar la segunda remontada consecutiva del Barcelona en la Champions League con su gol número 500 como blaugrana. El rosarino está a tan sólo dos tantos de alcanzar la suculenta cifra y la ocasión le viene que ni pintada mañana en el Camp Nou: un duelo de cuartos de final de la Champions ante la Juventus de Turín, con un 3-0 en contra.   

«Espero que mañana (por hoy) estén todos en su mejor versión, pero Messi, al 25 por ciento, ya nos aportaría muchísimas cosas», señaló Luis Enrique, DT de Barcelona. Acostumbrado a ser decisivo en casi todas las citas de su equipo, el cinco veces Balón de Oro pasó casi desapercibido en los tres últimos partidos europeos del Barcelona, los dos de octavos ante el Paris Saint Germain (PSG) y la ida de cuartos frente a la Juve. Y aunque los catalanes protagonizaron una épica remontada ante PSG sin necesidad de que su genio brillara, las dudas siempre son mayores y las cosas, más difíciles, cuando Messi no tiene su día.

Con el 10 argentino apagado, nadie creyó que los de Luis Enrique serían capaces de voltear el 4-0 de la ida frente a los franceses, de sobreponerse luego al provisional 3-1 en el Camp Nou y de acabar firmando un insólito 6-1 que los condujo hasta los cuartos.

Messi afronta dos citas decisivas de la temporada después de otro sinsabor con su selección (juega el fin de semana ante Real Madrid, por la Liga de España). Los cuatro partidos de sanción por haber insultado a un árbitro pesan sobre la conciencia del 10. A la espera de una posible rebaja en el severo castigo, nada mejor para aplacar su dolor que clasificar al Barcelona para las semifinales de la Champions con su gol 500, justo antes del clásico.