Para mejorar la competitividad externa, el sector reclama un alza de reintegros, del actual 6% al 9%. Así, dicen, compensarían pago de impuestos internos
Las bodegas celebrarán una nueva vendimia, con recorridos de carrozas por la ciudad de Mendoza desde esta noche, actividades empresariales desde mañana temprano y la tradicional fiesta por la noche.
Pero, pese a su importancia para la provincia cuyana, será una celebración con sabor amargo. En el sector abundan preocupaciones, porque cerraron 2016 con caídas de 8,3% en el consumo interno de vino y de 2,9% en volumen de exportaciones, con la salvedad que en el caso de los envíos fraccionados lograron crecer un 5,3%, según datos del Instituto Nacional de Vitivinicultura (INV).
Y el año empezó de la peor manera. En enero, el consumo se derrumbó un 13,4%, mientras que la exportación lo hizo un 13,8%, según el informe del INV, difundido el miércoles. Estas variaciones preocupan al sector, más si se tiene en cuenta que el mes base de comparación, enero de 2016, ya había mostrado una baja frente al año previo. «Y ya sabemos que en febrero cayó también el consumo», se lamentó Sergio Villanueva, gerente de la Unión Vitivinícola (UVA).
En este contexto, la Coviar (Corporación Vitivinícola, a cargo del Plan Estratégico (PEVI) 2020) realizará mañana un desayuno, en el que tradicionalmente el gobierno nacional suele realizar anuncios en beneficio del sector. Pero para este año, aseguran las bodegas, «no hay nada previsto». Y en un contexto de caída en las ventas, por pérdida de poder adquisitivo en el mercado interno y menor competitividad de las bodegas en el externo, la preocupación crece aún más.
El sector exporta el 25% del vino que elabora pero, si se suman también mostos y uva en fresco, al exterior se destina el 50% de la producción, precisó el gerente de la UVA. «La inflación fue de 40%, pero con un dólar estable. Hay atraso cambiario, por eso es necesario mejorar la competitividad externa, en un contexto donde cae además el consumo interno», explicó.
El contexto mundial tampoco ayuda demasiado. «El euro está más cerca del dólar, lo que hace más competitivos a los productores europeos», explicó.
Aún restan conocer las cifras finales de la actual cosecha, que se estima será menor al promedio histórico, aunque mejor que la de 2016, cuando se registró la menor vendimia en 56 años, lo que impulsó al alza el precio de la uva y ayudó a los productores, afectados durante varios años por los precios estables, en un contexto de inflación.
En la previsión de diciembre, se estimaban entre 20,17 millones y 22,34 millones de quintales de uva, de un 17% a un 29% superior a la cosecha registrada en 2016, de 17,28 millones de quintales. En el caso de Mendoza, el alza previsto entonces era de 35% contra 2016, año en que había caído nada menos que un 40% por factores climáticos. Pero el resultado final sería algo menor, según estiman en el sector. La menor cosecha de 2016 sirvió, al menos, para que no haya crisis de excedentes en el sector, al registrarse caídas tanto de consumo interno como de exportaciones. «La cosecha pasada fue muy mala, pero logramos un equilibrio, sin excedentes, aunque un equilibrio hacia abajo. Esta cosecha será mejor que el año pasado, pero más baja que lo estimado en diciembre y por debajo del promedio»; comentó Villanueva.
Fuente: http://www.cronista.com/negocios/Vendimia-sin-anuncios-oficiales-y-bodegas-con-bajas-en-consumo-y-exportacion-20170303-0014.html
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