Cargados de ilusión, sí, pero también de realismo. Pocos les dan opciones. Israel llega a Asturias para enfrentarse el viernes al equipo de Julen Lopetegui y les aguarda… ¿Una manifestación propalestina en Gijón? Aunque las protestas son recogidas por la prensa hebrea, a su equipo le preocupa más la cabeza de Ramos en un córner, los pases de Iniesta o los remates de Morata o Iago Aspas. «Debemos jugar con valentía aunque delante tengamos a grandes jugadores. No tenemos nada que perder», decían desde dentro de la selección antes de partir hacia España.

El hombre tranquilo. «Jugamos ante uno de los mejores equipos del mundo y sabemos cuál es el nivel de dificultad. Sólo hay que ver los que se quedaron fuera de su lista. Pero se trata de un buen examen para valorar nuestro nivel. Lo intentaremos», promete el seleccionador, Elisha Levy, que desde su nombramiento hace un año ha dirigido cuatro partidos oficiales, con tres victorias y una derrota (Italia), a un punto de La Roja en el grupo. Clasificarse para el Mundial es misión casi imposible. No sólo porque Israel no lo haya logrado desde México 70 sino porque el sorteo le castigó con rivales como España e Italia. Avalado por sus éxitos en la Liga israelí, Levy es conocido por un carácter tranquilo, que contrasta en el paisaje israelí, donde escasea la calma y paciencia. Es un enamorado del juego de ataque pero una cosa es la pizarra de sus sueños y otra El Molinón. «Sabemos que será muy difícil, pero cuando no tengamos el balón, haremos todo lo posible para recuperarlo», comenta.

¿Cómo juega? Ya sea distribuidos en un 4-3-3 o en un 4-4-2, Israel depende de la inspiración de Eran Zahavi. El atacante del Guangzhou R&F chino marcó 35 goles el año pasado como falso 9 en el Maccabi Tel Aviv de Jordi Cruyff, donde aún juega el veloz extremo Tal Ben Haim. Junto a ellos, el ex del Mallorca y Almería Tomer Hemed. Lior Refaelov (Brujas) y el ex espanyolista Ben Sahar son otras opciones para sorprender a De Gea. «España es mejor y tiene el control de la pelota, aunque tendremos espacios para sorprenderles», señala Ben Sahar, en las filas del campeón israelí, el Hapoel Beer Sheva. En el centro del campo, Levy confía en Natcho Bibras (CSKA de Moscú), Almog Cohen (Ingolstadt alemán), Beram Kayal (Brighton) y Nir Biton (Celtic). En la defensa, destaca el lateral derecho Eli Dasa.

«Depende de España». «Si ante Italia podíamos hablar de posibilidad de una sorpresa, con España es casi imposible. Israel tiene jugadores técnicos pero ves la lista de Lopetegui y te das cuenta que es otro nivel. Recemos», se resignan en la tertulia del Canal 5. El que ex internacional Itzik Zohar no tiene dudas: «Todo empieza y acaba en la selección española. Si juegan como saben, no hay opciones», reconoce a EL MUNDO este comentarista de los partidos de la Liga en la Cadena ONE. ¿Cuál es el ADN? «Aún no tiene uno definido con este nuevo entrenador. Zahavi es el mejor de un equipo con virtudes, pero sin experiencia», responde.

Polémica. Un amplio dispositivo de seguridad -que incluye agentes israelíes- acompaña cada segundo de la estancia en Gijón. Aunque no llegará a los extremos del último partido en Albania donde los blanquiazules ganaron después de que cuatro miembros de una célula vinculada al Estado Islámico fueran detenidos bajo la sospecha que planeaban un atentado. La selección estará más protegida fuera del campo que su portero dentro. «No tomamos riesgos», nos dicen fuentes diplomáticas israelíes que se deshacen en elogios hacia España sin ocultar su malestar porque el Ayuntamiento de Gijón votara a favor del boicot declarativo a Israel.