Pero hay algunas diferencias. Argentina quiere un nuevo tipo de acuerdo, más moderno como el que a mediados de 2000 firmaron Brasil y la UE. Los europeos afirman que dicha decisión puede esperar. Dicen que ya hay una relación privilegiada, que tuvo su punto cúlmine con la visita a Bruselas del presidente Mauricio Macri en julio del año pasado y con la que hicieron a Buenos Aires la Alta Representante de la Política Exterior y Seguridad de la UE, Federica Mogherini y el presidente del Parlamento Europeo, Martin Schulz.

Para el gobierno argentino una firma simbólica de documentos mostraría la jerarquización del vínculo. Sobre todo teniendo en cuenta el giro de 180 grados que a partir de diciembre de 2015 se le dio al vínculo Bruselas-Buenos Aires en comparación con lo ocurrido en los últimos años. En la última década hubo fuertes choques entre la UE y el kirchnerismo. Además, después de la expropiación de YPF a Repsol, hubo fuertes cruces verbales de funcionarios, en público incluso. Se aplicó la prohibición al biodiesel argentino, que no pareció ser sólo una coincidencia temporal, sino más bien un castigo. Y se congelaron los viajes a un lado y otro.

Las reuniones de esta semana estuvieron presididas por el subsecretario de Relaciones Exteriores de la Cancillería, Gustavo Zlauvinen, y por la Directora Ejecutiva para las Américas del Servicio Europeo de Acción Exterior, Edita Hrdá, diplomática de origen checo. En las conversaciones también estuvieron el embajador argentino en Bruselas, Mario Verón Guerra, y el encargado de negocios de europea aquí, Francois Roudie, ya que el cargo de embajador se encuentra vacante. Para las conversaciones en las que se habló de los acuerdos regionales estuvo el secretario de Relaciones Económicas Internacionales de la Cancillería, Horacio Reyser, y las cabezas regionales de Brasil, Paraguay y Uruguay.

El comunicado de prensa sobre la reunión de la Comisión Mixta bilateral del lunes pasado indicó que las partes “concordaron en la necesidad de reflexionar sobre el futuro marco que podría contener” la relación. La letra de hecho no compromete ningún formato. Pero Clarín sabe que la Argentina quiere un nuevo acuerdo que reúne todo lo firmado en estos casi casi veinte años de vínculos desde que se firmó el primer memorando bilateral, que en su momento sólo fue de carácter comercial.

En las conversaciones se trataron tres «capítulos» tradicionales. Uno político, otro de cooperación, que está muy avanzado, y otro económico-comercial, en el que los funcionarios argentinos aprovecharon para reiteraron la importancia del cumplimiento «lo antes posible» del fallo en favor de este país del órgano de solución de diferencias de la OMC con relación a los derechos antidumping aplicados por la unión europea al Biodisel argentino. En Diciembre 2016 la UE inició la revisión de la medida antidumping con el objetivo de cumplir con el fallo, corrigiendo los aspectos del reclamo de Argentina, que no se ajustaban a la normativa de la OMC. Ese fue un duro golpe para los productores de biodiesel argentino, que enviaban allí su producto por U$S 1200 millones al año.

Fuente:http://www.clarin.com/politica/argentina-explora-ue-nuevo-acuerdo-bilateral_0_Hy-OZzmhx.html