San Rafael, Mendoza jueves 18 de abril de 2024

Nest, la promesa de un hogar inteligente que funciona

La familia Nest casi al completo: dos cámaras de vigilancia y un termostato.

La compañía creada por dos ex de Apple y comprada por Google ha tardado seis años en llegar a España. Venderá sus dos cámaras de vigilancia y el famoso termostato a partir del 15 de este mes.

 El hogar inteligente, la casa conectada, la domótica… han sido sinónimos de una promesa que se ha ido incumpliendo año tras año. Recuerdo incluso que la patronal de la industria tecnológica llegó a montar un centro permanente de demostración y se pusieron muchos huevos en esa cesta como dinamizadora del mercado. Fracasó.

Pero fracaso tras fracaso hay aspectos de esa domótica que se han ido asentando. Tal vez el paso más firme fue el que dio Nest, una compañía creada por dos ex Apple que finalmente compró Google. La idea original de Nest -que se mantiene- es muy Apple: diseño, utilidad y facilidad. La segunda premisa es que saquemos partido de ese 60% de equipos programables que nos podían hacer la vida un poco más cómoda y bajar la tarifa de la luz y los programemos.

En nuestro extinto suplemento tecnológico Ariadna le dimos una portada a la primera versión del termostato Nest. El centro electrónico de la casa, que algunos pusieron en una pantalla en la nevera o en una consola tipo tableta en el salón, pasaba a ser un termostato. Un cilindro de 8,4 centímetros de diámetro.

La idea de combinar el encendido y gradación de las luces con la apertura o cierre de persianas y la puesta en marcha de la cafetera y el encendido de la calefacción o la bomba de calor y llevar la temperatura del baño hasta 21 grados está muy bien; pero es complicada. Programar el termostato Nest para tener la temperatura deseada a la hora que queramos y que tenga en cuenta la presencia de personas en casa es sencillo. Ésa es la base de funcionamiento. Para eso lleva en su interior módulos de radio WiFi y Bluetoth, sensor de temperatura, de humedad, de movimiento cercano y lejano, luz ambiental…

Tiene dos pegas: precio e instalación necesaria. Cuesta 249 euros y necesita una base intermedia que se conecta a la caldera o bomba de calor compatible por cable y, además el propio termostato requiere alimentación eléctrica. Frente a dos pegas, otras dos soluciones: el precio se amortiza con el ahorro que permite en la factura de la luz el uso del termostato. Por otra parte, en la caja del Nest se incluye elementos para instalarlo, incluso un embellecedor para que sirva de base al montaje en la pared (también se puede adquirir por separado un soporte para no fijarlo a la pared, que, además, permitiría cambiar de ubicación el termostato). De cualquier forma, ponen a disposición de los usuarios una lista de instaladores en los canales de venta. El montaje costará alrededor de 90 euros.

El catálogo de Nest se completa con dos cámaras de vigilancia, una para exteriores y otra para interiores. En las demos que han mostrado tienen ángulo de visión y visión nocturna muy buenos, pero hay que probarlas. Destaca la resistencia IP65 (polvo y agua) de la cámara exterior e IP67 de los cables y alimentador, así como el servicio en nube Nest Aware que permite la grabación y almacenamiento continuo de imágenes entre otros servicios. Tampoco son baratas las cámaras, 199 euros cada una. El servicio Nest Aware se puede contratar por meses (vacaciones, por ejemplo) por 10 euros o anualmente por 100 euros.

Las subidas del precio de la luz pueden ser un acicate para que los consumidores se acerquen con otros ojos a un hogar conectado.

 

Fuente: http://www.elmundo.es/blogs/elmundo/entre-bits-chips/2017/02/08/nest-la-promesa-de-un-hogar-inteligente.html

 

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