El Presidente iniciará el miércoles una visita de Estado de tres días para relanzar la relación bilateral con uno de los socios claves de la Argentina y buscará dar un fuerte impulso político a las inversiones que aún espera el país.
Cicatrizar esa herida y reparar la relación con España, que sigue siendo el segundo inversor extranjero en el país, era una de las prioridades en la agenda internacional del Presidente, quien intenta proyectarse como un socio fiable de aliados tradicionales como Europa y Estados Unidos.
Con ese horizonte, el mandatario argentino se propuso como misión reforzar los lazos con la UE a través de la firma del postergado acuerdo de libre comercio con el Mercosur, un tema en el que España es su principal aliado.
Ambos países coinciden en que ante el avance del proteccionismo impulsado por el presidente estadounidense Donald Trump, la UE tiene la oportunidad de enviar un mensaje político estrechando sus lazos con el bloque regional latinoamericano a través de un acuerdo cuya finalidad, además de incrementar el comercio, es canalizar inversiones.
Poco más de un año después de llegar a la presidencia y superada la incertidumbre política que vivió el país ibérico, Macri estrechará finalmente sus manos con el presidente del gobierno español y líder del Partido Popular (PP), el conservador Mariano Rajoy.
El Presidente aterriza en España tras una semana complicada, en la que estuvo en el ojo del huracán a raíz del polémico acuerdo, aún sin homologar, por la deuda del Correo Argentino, por el que anunció que «todo volverá a foja cero». Por su parte, Rajoy trata de superar las primeras condenas de corrupción vinculadas al PP; y el rey Felipe VI, el escándalo que supone la histórica sentencia de prisión para su cuñado, pese al respiro que supuso la absolución de su hermana menor, la infanta Cristina.
Las diplomacias se encargaron de dejar todo preparado para garantizar que la presencia de Macri en Madrid se traduzca en un rédito tanto político como económico.
Por tratarse de una visita de Estado, el mandatario argentino y la primera dama, Juliana Awada, recibirán una bienvenida oficial por parte del Rey Felipe VI en el Palacio de El Pardo, que será su residencia durante su estancia en la capital española, como indica el protocolo.
Macri y el monarca mantendrán además un almuerzo en el Palacio de la Zarzuela y juntos inaugurarán la Feria de Arte Contemporáneo ARCO, en la que Argentina es país invitado, lo que establece un marco perfecto para visualizar la profundidad de la unión entre ambas naciones.
El presidente argentino se reunirá después con Rajoy en el Palacio de La Moncloa, recibirá las llaves de la ciudad de Madrid de manos de la alcaldesa Manuela Carmena, y visitará el Congreso de los Diputados, donde brindará un discurso.
La buena sintonía entre sus gobiernos y el trabajo previo desplegado por la diplomacia argentina, con la canciller Susana Malcorra y el embajador argentino en España, Ramón Puerta, a la cabeza, permitirán convertir el encuentro político entre los dirigentes de los dos países en un trampolín para consolidar la confianza de las empresas españolas en el país.
Esa labor se verá reforzada con la presencia de los ministros de Producción, Francisco Cabrera; de Trabajo, Jorge Triaca; y de Modernización, Andrés Ibarra.
«Tenemos la idea de venirnos de España con el compromiso de las empresas españolas de renovar sus inversiones. Aspiramos a que España vuelva a ser el primer inversor en la Argentina, como lo fue antes de la crisis de 2001», remarcó Malcorra durante un reciente coloquio celebrado en la embajada de España en Buenos Aires.
Más de 200 empresarios argentinos acompañan al presidente y participarán del encuentro España-Argentina organizado por la CEOE (Confederación Española de Organizaciones Empresariales), y de un foro de negocios que tendrá como lema «La Argentina que viene», que inaugurará el Presidente.
Macri personalmente se encargará de despejar algunas dudas que persisten entre los empresarios españoles tras el golpe de timón que imprimió en su primer año de gobierno con el propósito de lograr una mayor apertura y «sincerando» las cuentas públicas.
A mediados del año pasado, el Presidente envió a Madrid al entonces ministro de Hacienda y Finanzas, Alfonso Prat Gay, quien pidió «perdón» a los inversores españoles por el trato recibido durante la era kirchnerista, y prometió «reglas de juego previsibles».
Con Argentina todavía en recesión y con una elevada inflación conspirando contra sus planes, Macri intentará ahora convencer a los hombres de negocios de que su implicación contribuirá al crecimiento del país, que fue estimado en un 3,5% en 2017, con un 17% de inflación.
El mensaje incluirá el plan del ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, de reducir el déficit (del 4,8 al 4,2% en 2017), mayor gasto en infraestructura y la eliminación de impuestos distorsivos, como los gravámenes al trabajo, para impulsar así la creación de empleo.
Algunos expertos señalan que los inversores están esperando ver cómo le va a Macri en las elecciones de este año, en la que se renueva parte del Parlamento, pero el Presidente, precisamente por ese motivo, necesita que los capitales productivos lleguen cuanto antes.
«Las trabas formales, políticas y algunas económicas se eliminaron, pero sigue habiendo resquemores de que esto sea una cuestión transitoria, sobre todo de las inversiones productivas que son a medio y largo plazo, en las que los inversores quieren contar con garantías jurídicas y macroeconomías», dijo a Telam Carlos Malamud, experto en Lationamérica del Real Instituto Elcano, un think tank de estudios internacionales de referencia en España.
El investigador remarcó que con Macri en la presidencia no sólo se «abrió la posibilidad de relanzar una relación muy dañada» sino que se «despejó el panorama» para un mayor desembarco empresarial», algo que igualmente «tardará en llegar».
En ese sentido, Malamud explicó que las inversiones españolas están hoy «muy vinculada a la internacionalización de la empresas, sobre todo las pymes que por la crisis salieron a conquistar nuevos mercados».
«Para Macri este viaje a España es clave, porque prometió volver a meter a la Argentina en el mundo y logrará que Rajoy diga que se puede confiar en el país tras el conflicto Repsol-YPF», destacó por su parte Santiago Villar, investigador del centro internacional Cidob.
España, además de ser «una potencia inversora en Latinoamérica», es «aliado en la negociación del acuerdo UE-Mercosur, que de cerrarse sería un gran triunfo para Macri», apuntó el experto.
Por otro lado, Villar destaco que «el relanzamiento de la relación bilateral es de mutuo interés, ya que Rajoy gana un importante aliado de su mismo color en Latinoamérica, después de años en los que contaba sus amigos con los dedos de la mano».
Sobre la relación bilateral planea el conflicto abierto entre Telefónica y el gobierno de Macri por la ley que abre la competencia en telefonía y televisión por cable que, según el gigante de las telecomunicaciones español, benefició al Grupo Clarín.
Telefónica amenaza con una denuncia al Ciadi, pero «hay previstas vías de solución», subrayó Malamud, quien quita hierro al asunto subrayando que «siempre hay conflicto de intereses empresariales» cuando hay inversión extranjera.
En todo caso, el analista cree que «lo más importante es si los gobiernos ayudan a resolver este tipo de problemas o los complican».
Ni el gobierno español ni el argentino piensan que este nubarrón sea el aguafiestas de una visita fraternal que tendrá como broche de oro una reunión del presidente con deportistas argentinos radicados en España, con especial expectativa de contar con el astro Lionel Messi entre los asistentes. Telam
Sé el primero en comentar en «Macri encara esta semana con España la recomposición de una alianza estratégica»