Por supuesto, también hay un montón de productos que llaman más la atención por lo raros y absurdos, tanto a aquellos que no están acostumbrados a estos gadget ‘especiales’ como a los que sí llevan años viendo productos que luego no llegan a ninguna parte.

Los inesperados productos inteligentes para tu hogar

Dado que los móviles, los ordenadores, los relojes y mil otros dispositivos ya no dan tantos beneficios a las grandes compañías, éstas han dado el salto a otros aspectos de nuestras vidas, como la higiene, el sueño o la cocina. Por eso, hay tantos frigoríficos inteligentes en el CES.

Puestos a hacer un congelador con pantalla táctil, ¿por qué no hacer también una sartén que sepa cuánta comida has echado y cuánto te va a engordar si te la comes?Smartypans es precismante eso, una sartén de 200 euros, aproximadamente.

Una vez has comido, tendrás que cepillarte los dientes. Para ello tienes el ‘revolucionario’ cepillo de dientes Ara, que analiza tus molares, caninos e incisivos para avisarte si te has dejado alguno más sucio que otro. Los creadores dicen que el cepillo tiene una inteligencia artificial, pero eso no es así. Maldito marketing.

Cepillados los dientes, hay que tirar la basura antes de cerrar el día. Aunque aún no hay ningún dispositivo que te ahorre bajar la bolsa a la calle, al menos tienes uno que analiza qué tiras al cubo y, si lo configuras para ello, te pide por Amazon aquello que has agotado. Se llama Genican y cuesta, al cambio, casi 150 euros. Si necesitas ayuda para tener mejor apoyo al bajar la basura, coge este bastón inteligente deFayet.

Y por último, para tener un sueño reparador, nada como una cama inteligente que gestiona el ambiente a tu alrededor para que duermas mejor. La Sleep Number 360 Bed también calienta las sábanas, se ajusta a tu espalda y recuerda tu postura y la de tu pareja para estar siempre tan mullida o dura como te gusta.

Tu mascota también se merece un cacharro

Otra parte importante de nuestras vidas son las mascotas, esas adorables criaturas que nos quieren incondicionalmente, incluso si les pones un collar que reconoce su estado de ánimo para indicarte, app mediante, que tienes que hacer algo con tu perro porque está triste.

De eso trata el collar inteligente Jagger & Lewis. Es una pena que no consiga traducir los ladridos de tu perro.

Si eres más de gatos, tranquilo: puedes hacerte con el comedero inteligente Catspad, que se controla mediante una app. De este modo, tu gato obeso solo tendrá su ración de comida cuando tiene que tenerla, independientemente de si tú estás en casa o en el trabajo.

Si no tienes mascota, pero te apetece tener una, quizás te sirva bien el PowerRay, una caña de pescar con un submarino que permite explorar bajo el agua a través del móvil y que, quizás, te permita pescar la mejor pieza del lago.

¿Qué está mal con la realidad virtual?

Fuera de las utilidades para el hogar, el CES 2017 también ha mostrado algunas cosas raras en el ámbito de la realidad virtual, que de por sí todavía resulta extraña a mucha gente.

Ya os hablamos el otro día de los zapatos que permiten ‘sentir’ el terreno por el que se está caminando dentro de un juego o dar patadas de verdad. No está asegurado contra caídas.

Más impresionante que estos zapatos es la Hypersuit, que tiene un nombre muy fuera de lo normal y que, básicamente, es un dispositivo para tumbarse y hacer como que tenemos alas. Dentro de un juego, de nuevo.

Los monstruos del ‘gaming’

El mundo del videojuego en ordenadores es particularmente excitante, pues en el PC se puede vivir la máxima expresión de muchísimos juegos. Si algo se ve bien en consola y tiene una versión de ordenador, siempre se suele ver mucho mejor.

Los equipos necesarios para hacer esto, sin embargo, son costosos, pero cada vez más compañías apuestan por su propia línea de ‘gaming’ para ordenadores. Con desastrosos resultados para aquellos que odian el tuning, pues un ordenador para jugar puede llegar a lucir así:

No es el ojo de Optimus Prime, es el ROG GT51CH de Asus, un potentísimo ordenador para jugar.

Si comprar un sobremesa para jugar no va contigo, atento al Predator 21 X de Acer, un ordenador portátil de 9000 dólares y 21 pulgadas que pesa una tonelada, probablemente, pero que permite jugar a cualquier juego con la máxima calidad.

Pero en lo que a portátiles para jugar se refiere, el Razer de tres pantallas se lleva la palma. De momento es solo un experimento, eso sí.