Una de las apuestas del gobierno nacional en materia de seguridad podría convertirse en un dolor de cabeza diplomático. Es que la cancillería boliviana citó al embajador argentino para que dé explicaciones sobre el nuevo régimen de controles fronterizos pese a que aún no fue instrumentado oficialmente.

El ministro de gobierno interior de Evo Morales aseguró que el embajador argentino tiene que explicar cómo serán los cambios. «Lamentamos la estigmatización a los ciudadanos bolivianos en Argentina, que coincide con el discurso de Trump. No quisiera pensar que mis colegas sigan esta línea«, precisó.

La administración argentina adelantó que la próxima semana dictará un decreto para reforzar los controles en los ingresos al país. El objetivo principal es cerrar las fronteras a los extranjeros que tienen antecedentes penales. Además se optimizarán los procesos para expulsar a quienes delinquen en la Argentina.

La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, contestó los reclamos: dijo que Bolivia deberá respetar las decisiones soberanas del Estado argentino y en caso de existir alguna inquietud la deberán canalizar a través de vías diplomáticas.

Como paso previo, el Ejecutivo argentino oficializó esta semana la creación de la Comisión Nacional de Fronteras, que estará integrada por funcionarios de varios ministerios y de las distintas fuerzas de seguridad y tendrá como objetivo coordinar los controles en los límites.

El ministro del Interior, Rogelio Frigerio, presentó además el nuevo sistema de Información Anticipada de Pasajeros (API, por sus siglas en inglés) que obligará a las compañías aéreas y empresas de cruceros  a proveer el listado de viajeros a bordo una vez que el vuelo o barco deje el aeropuerto o puerto de origen.

Estadísticas

Durante todo 2016, la Dirección de Migraciones expulsó a 35 personas del país: la mitad, por cuestiones ligadas a delitos, de acuerdo con fuentes en el organismo. Pero si el delito cometido por extranjeros es el problema, su reflejo más evidente debería ser las cárceles en las que estos extranjeros terminan.

El Servicio Penitenciario Federal cuenta hoy con 2.342 extranjeros en sus cárceles en todo el país, de acuerdo con datos del organismo a los que accedió Infobae actualizados al 31 de diciembre de 2016; 1.584 de esos internos están procesados y 758 tienen una condena. Ninguno de ellos es considerado inimputable. Un 52% de ellos estudia alguna actividad educativa dentro del Servicio: 899 presos del total tiene educación primaria completa.

La gran mayoría se concentra en los penales de Devoto, Ezeiza y Marcos Paz. Hay, por ejemplo, 180 internos de origen peruano presos en Devoto, contra 99 paraguayos en el mismo complejo. La mayoría de los extranjeros presos en el SPF no proviene de Perú, sino de Paraguay: 644 del país vecino, contra 611 presos. Los bolivianos son comparativamente menos: 427 presos. Ezeiza es la cárcel con mayor cantidad de extranjeros en todo el sistema: 464 en total, de varias nacionalidades.