La discusión entre economistas sobre si hay o no atraso cambiario en la Argentina puede ser eterna. Sin embargo, hay formas más simples para responder a esa pregunta y están vinculadas a la sensibilidad popular para interpretar la realidad y no a cuestiones tan académicas. Esto queda reflejado en el balance turístico de la primera quincena de enero. Mientras los centros de veraneo locales intentan mostrar de la manera menos dura los indicadores de actividad de los primeros días del año, ya que hay coincidencia de una baja respecto de la temporada pasada, los datos de los principales destinos del exterior que eligen los argentinos -especialmente en países limítrofes – son categóricos: la Argentina está cara.
Cualquiera que haya viajado fuera del país en las últimas semanas o haya hablado con alguien que lo hizo, lo primero que destacará no tendrá que ver con nada relacionado a las bellezas naturales de esos lugares ni a las bondades del clima. Sin duda, aludirá a «lo barato que está todo» respecto de los precios internos.
Ayer se produjo el recambio turístico en la costa bonaerense con calma. En Mar del Plata, el destino de mayor afluencia de público, aseguran que este fin de semana se llegó a un pico de entre el 75% y el 80% de ocupación hotelera y creen que alcanzará el 70% para la segunda quincena. El problema es que estos son datos de la actividad durante los fines de semana. Entre lunes y viernes la cantidad de turistas cae notoriamente y -según se quejan los comerciantes- además consumen poco. Esto confirma el fenómeno de las «microvacaciones», es decir turistas que van por dos o tres días -entre viernes y domingo- porque prefieren gastar el dinero que cuentan en un período corto, dándose todos los gustos, en lugar de alargar la estadía repartiendo la misma cantidad de plata en más días. En Pinamar sucede algo parecido. El fin de semana se ocupa casi el 80% de las plazas hoteleras (el año pasado era el 100%) pero caen al 60% el resto de los días. Si bien esto podría ser un síntoma de una realidad económica difícil, puede haber también otra explicación.
Brasil es el principal destino del exterior elegido. El ente de turismo local estimó un aumento del 25% sobre la cantidad de turistas argentinos que llegaron a las playas del sur de ese país. En Uruguay, calculan que el incremento alcanza al 20%. Chile es otro lugar que se llena de argentinos. Tanto es así que hicieron colapsar días atrás los cajeros automáticos. Pero no sólo atrae por el mar. El mix «playas y compras» hace que se vean largas colas de autos para cruzar la frontera, como sucedió el fin de semana largo de diciembre (foto) en busca de precios hasta 50% más accesibles en electrónica e indumentaria. También Brasil logra ese efecto, tal como publicó este diario la semana pasada.
A esto se suma la alternativa de destinos como el Caribe o Europa que, gracias a los precios atractivos y al pago en cuotas, tienta a miles argentinos que, al hacer cálculos, concluyen que les resulta más económico en relación con los valores que deberían pagar por la estadía en el país.
Fuente> http://www.ambito.com/869461-balance-turistico-de-la-primera-quincena-la-argentina-esta-cara
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