El ministro de Economía, Infraestructura y Energía, Enrique Vaquié, se reunió en San Juan con su par de la cartera de Producción, Andrés Díaz Cano, con el objetivo de avanzar en la búsqueda de consensos de cara a la firma del Acuerdo Mendoza – San Juan.

Tal como ocurrió durante la vendimia del año pasado, las diferencias entre ambas provincias está dado en la forma de diversificar; mientras el Estado sanjuanino entiende que debe hacerse vía mosto desde Mendoza sea plantea la necesidad de dejar por sentado otras formas de diversificación.

En 2016, tras 22 años de vigencia de la pauta, ambas provincias no alcanzaron un consenso y ello desencadenó en que no se firmara el acta, por lo cual se destinó el 20% de la uva a mosto, como lo especifica la reglamentación vigente.

Del mismo modo, y según lo que indica la Ley 6226, aquel productor que tuviera más del 50% de la producción afectada por inclemencias climáticas no tenía obligación de diversificar.

En cuanto al incentivo por exportaciones se mantuvo la proporción de 1,5 litros para los vinos fraccionados y de 1 litro para vino a granel.

La necesidad de modernizar el Acuerdo  

Luego de lo sucedido el año pasado, el Gobierno provincial reunió a las principales entidades vitivinícolas de Mendoza, para trabajar en una propuesta de actualización de la Ley que rige la diversificación vitivinícola creada en 1994.

Los consensos sobre las reformas a introducir a los que se arribó estuvieron dados en los artículos que dan beneficios a los productores. Entre ellos se encuentran:

• Todos los productores en emergencia agropecuaria no tienen la obligación de diversificar.
• Los productores que reconviertan uvas criollas, cerezas, moscatel por variedades tintas también estarían exceptuados, por esos mismos volúmenes.
• Las bodegas deberán transferir a los productores los beneficios fiscales que otorga el Fondo Vitivinícola ya sea compensación por exportaciones o mesa asignadora de cupos, en igual proporción recibieron.
• Incluir el incentivo por exportaciones.