Las enfermedades no transmisibles (ENT) se caracterizan por no transmitirse de persona a persona, ser de larga duración y evolucionar con lentitud. Dentro de este grupo también se encuentran el cáncer y las dolencias respiratorias crónicas. En estas dolencias intervienen diversos factores, como herencia (15%), medio ambiente (40%) y estilo de vida (40%).
De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud, representan el 80% del total de muertes y el 76% de los años de vida ajustados por discapacidad. Ante tal escenario, Cormillot encabezó la charla “Manejo de enfermedades crónicas no transmisibles”, en el marco de la 3° reunión científica del año de la SAN, en la que también reveló el “decálogo de oro” para cambiar hábitos.
“Cada persona tiene control directo sobre casi la mitad de los factores que influyen sobre su salud”, resaltó Cormillot y explicó que el abordaje de las enfermedades crónicas incluye opciones terapéuticas individuales o grupales que siempre deben estar a cargo de equipos interdisciplinarios bien informados y entrenados.
“La tarea fundamental es trabajar en fortalecer la continuidad, ya que la principal barrera hacia la recuperación se debe al incumplimiento terapéutico que aumenta el riesgo de complicaciones”, enfatizó.
En este sentido Cormillot y la SAN puntualizaron en que “la combinación de cambios en el estilo de vida junto con tratamientos médicos específicos permite, en la mayoría de los casos, una excelente calidad de vida, siendo el compromiso del paciente con su salud un eje fundamental para el éxito terapéutico”. Entre los consejos del llamado “decálogo de oro”, destacaron:
• Conocer las señales de las afecciones físicas y mentales más frecuentes para fortalecer el autocuidado responsable de la salud.
• Hacerse chequeos y seguir las indicaciones del médico.
• Incorporar una alimentación equilibrada: comer en forma moderada y variada para aportarle al cuerpo los nutrientes que necesita.
• Sumar al menos 30 minutos de actividad física a diario.
• Evitar el tabaco y vigilar el consumo de alcohol.
• Respetar el descanso y el ocio.
• Conservar la mente activa.
• Atender los pensamientos, las emociones y el estrés..
• Aprender a administrar el tiempo.
• Cultivar relaciones sanas.
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