Son un matrimonio con dos niños, un nene de 12 años y una nena de 4, y una viuda con tres hijos varones de 20, 19 y 15 años, quienes escaparon de esa ciudad inmersa en medio del terrorismo del Estado Islámico y una Guerra Civil que padecen desde el 2012.

Estos refugiados sirios ahora van a comenzar una nueva vida en Argentina, con una cultura totalmente diferente y un idioma distinto que será lo primero que tendrán que aprender porque no hablan ni español ni inglés.

Mariela Caviglia, presidenta de la Fundación Calhayma, quien desde agosto se prepararon para albergar a los refugiados le comentó al Diario Uno de Mendoza,  que “las primeras horas en tierra mendocina fue para que descansen y se están preparando para celebrar la Navidad”.

«La semana que viene vamos a empezar con las clases de español y vamos a tratar de conseguirles actividades laborales acordes con lo que saben hacer. La idea es insertarlos social y laboralmente. La primera barrera que tenemos que vencer es la del idioma; hasta ahora parece más fácil para ellos aprender el nuestro», agrega Mariela, quien dice, también, que ya piensan en que los niños vayan a una escuela de verano.

Vale recordar que Alepo es la ciudad más poblada de Siria, está dividida desde junio de 2012 en una zona oeste bajo control del Ejército sirio y otra este dominada por los rebeldes que tomaron el control de las zonas rurales rurales al noroeste de la ciudad, sitiando la base aérea militar de Minnegh y los pueblos de mayoría chiita de Nubel y Zahra.