Con motivo del Día Nacional del Donante de Sangre, diferentes asociaciones lanzaron campañas de concientización sobre este acto altruista, que podría cambiar la vida de miles de enfermos. Los requisitos para ser donante y dónde hacerlo.
Bajo el lema «Minutos de tu vida, una vida entera de otro», y con la idea de generar un cambio de paradigma en la sociedad, la Asociación Argentina de Hemoterapia, Inmunohematología y Terapia Celular (AAHITC) junto a otras organizaciones se abocaron a promocionar campañas para la donación voluntaria de sangre.
«Es común que donemos sangre cuando un familiar, amigo o conocido lo necesita y no está mal. Lo que proponemos es un compromiso: queremos que quienes hayan pasado ya por la experiencia, vuelvan a donar, pero esta vez de forma voluntaria, en cualquier institución de salud», explicó Gabriela Dabusti, presidente de la AAHITC, una de las organizaciones que impulsan el cambio en el sistema de donación, que se genera a partir de las nuevas disposiciones del Ministerio de Salud de la Nación.
La iniciativa surge por el Día Nacional del Donante del Sangre, celebrado el 9 de noviembre. Quienes se quieran sumar a la propuesta podrán acercarse a los distintos puntos de donación.
Más allá de esta ocasión especial, los bancos de sangre de los distintos centros de salud realizan periódicamente colectas externas, fuera de la institución, a veces en la vía pública o en universidades y escuelas, en las que toman contacto con personas que se acercan para donar de forma voluntaria, sin otra razón más que realizar un acto solidario. En esta ocasión, la colecta estará a cargo de equipos integrados por médicos especialistas, técnicos de Hemoterapia y promotores de la hemodonación.
«Hasta el año pasado, la figura predominante era la del donante ‘de reposición’, que es aquella persona que debía concurrir al banco de sangre de forma casi obligada, presionada por cumplir con la donación, para que su familiar, amigo o conocido, que estaba internado o que tenía una cirugía programada, tuviera la provisión de sangre requerida. Esto ha cambiado, ahora tenemos un modelo mixto mediante el cual nos acercamos a los familiares de las personas internadas y les pedimos su colaboración, en la medida en que puedan, para venir a donar sangre», comentó la especialista.
Desde AAHITC calculan que, si todos donaran al menos dos veces por año, quedaría cubierta la necesidad de sangre para todos los pacientes en todo el país. Sin embargo, Dabusti reconoce que por ahora es un objetivo lejano, ya que el porcentaje general de donantes es bajo. «Buscamos un cambio cultural y de comportamiento. La propuesta es donar sangre de forma solidaria. La sangre tiene que estar disponible para cuando las personas internadas la necesiten, y eso solo lo podemos lograr si tomamos el hábito de ser donantes», sostuvo.
¿Quién puede donar y quién no?
Para Dabusti no es posible pensar en alcanzar el objetivo planteado con la donación voluntaria sin una serie de requisitos previos. La clave primordial es la educación; por eso, la información, tanto para los menores como para adultos, es el primer paso. «Las personas tienen que conocer la problemática actual y estar informados en cuanto a la importancia de ir a donar sangre. Desde la escuela primaria se debe abordar el tema, naturalizando la situación de ir a donar sangre, para que al llegar a los 18 años puedan ir y donar sangre voluntariamente», puntualizó la experta.
«También es fundamental el trabajo en conjunto de todos los actores sociales (centros de salud, asociaciones científicas, ONGs) junto a un Estado del que necesitamos su apoyo y que trabaje con nosotros para llegar con nuestro mensaje a todo el país».
Entre las condiciones mínimas y generales para ser donante de sangre se detallan tener entre 18 y 65 años, pesar más de 50 kilos, desayunar antes de ir a donar y no haber sido intervenido quirúrgicamente, recibido tratamiento de acupuntura o haberse hecho un tatuaje o piercing en el último año. A estos límites se les suman todos aquellos referidos a impedimentos de salud del donante que pueden ponerlo en riesgo, y los que se relacionan con situaciones de exposición que impliquen la posibilidad de haber contraído una infección que pudiera ser trasmitida al receptor de la sangre donada. El intervalo entre donaciones de sangre entera o de glóbulos rojos por aféresis es de 8 semanas, pudiendo donar el hombre hasta cinco veces al año, mientras que la mujer podrá hacerlo en cuatro ocasiones como máximo.
Por qué se celebra el 9 de noviembre
El Día Nacional del Donante de Sangre es una conmemoración al médico e investigador argentino Luis Agote, quien un día como hoy pero de 1914 realizó la primera transfusión anti coagulada, mediante el agregado de citrato en sus proporciones justas, en el Hospital Rawson de la ciudad de Buenos Aires. El aporte científico resultó muy importante para la humanidad, y produjo una revolución en el campo de la medicina transfusional. Fue esencial para el desarrollo de los Bancos de Sangre y de toda la Hemoterapia. Anteriormente la transfusión se realizaba directamente del brazo del donante al brazo del receptor, de persona a persona.
Fuente: http://www.infobae.com/salud/2016/11/08/por-que-se-debe-donar-sangre-dos-veces-al-ano/
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