Los depósitos en dólares superaron los u$s 20 mil millones, impulsados en estos dos últimos meses por el blanqueo de capitales. En lo que va del año, ese stock se duplicó, impulsado por el fin del cepo cambiario.

En total, hasta el viernes pasado, dos días hábiles antes del límite que ponía la ley para sincerar el dinero en efectivo que estaba por fuera del sistema, el stock de los depósitos en dólares alcanzó los u$s 20.294 millones, una cifra nunca vista desde la salida de la convertibilidad en 2002.  

Si bien el sinceramiento fiscal comenzó en agosto, el movimiento de capital «en efectivo» empezó a notarse en las cuentas de los bancos a partir de octubre. En total, desde fines de septiembre, los bancos vieron crecer las cuentas en moneda extranjera casi un 53%.

Originalmente la fecha tope para declarar los dólares «bajo el colchón», era el 31 de octubre. Durante ese mes, los depósitos en moneda extranjera crecieron un 25% en comparación con el mes anterior.

En los primeros 20 días de noviembre, las cuentas en dólares crecieron otro 21%, al filo del cierre de la primera etapa del blanqueo.

Ayer se conocieron los resultados de la primera etapa de la amnistía fiscal. Según informó la AFIP más de 100.000 argentinos dejaron en los bancos depositados u$s 7.185 millones, de los cuales el 92% correspondieron a divisa norteamericana.

La legislación prevé que el capital declarado en esta primera fase debe estar inmovilizado por seis meses, a no ser que sea utilizado para la compra de inmuebles. En el mercado inmobiliario se espera que al menos un 5% del total que ingrese por el blanqueo hasta el 31 de marzo se destinará a inversiones de real estate.

Más allá de cuánto de estos depósitos blanqueados permanezcan en el sistema bancario, para los analistas la tendencia es positiva y podría mantenerse durante los próximos meses.
«Fuera del efecto particular del blanqueo, desde la salida del cepo han ido creciendo las reservas y los depósitos en dólares por una mayor confianza en el sistema financiero», dijo Gabriel Zelpo, economista jefe de la consultora Elypsis.

Para Amilcar Collante, de CeSur, el crecimiento de los depósitos en dólares es un reflejo luego de años de restricciones cambiarias. «Es positivo, aunque lo ideal sería que el ahorro de la gente fuera en pesos. En cierto sentido, significa que el Gobierno todavía no logró crear la confianza suficiente en la moneda para que la gente se deje de volcar al ahorro en divisas».

Al aumentar el fondeo en dólares de los bancos, también crece la capacidad de otorgar financiamiento a los sectores productivos. «Los bancos cambiaron su negocio desde la salida del cepo», señaló Zelpo. «Lo que se espera ahora entonces es que puedan ofrecerles tasas más atractivas a los depositantes para que mantengan ese caudal», añadió.

Además de lo que ocurra en materia de crédito y financiación, la consecuencia directa de esta entrada de divisas es que el tipo de cambio se mantendrá sin sobresaltos en los próximos meses. «Más allá de los picos por el blanqueo, no veo un escenario de caída de los depósitos, sino más bien todo lo contrario. Creo que para 2017 va a continuar la estabilidad cambiaria», señaló Zelpo.
Collante coincidió: «El tipo de cambio va a seguir estable, pese al ‘efecto Trump».

Paradójicamente, desde la salida del cepo, se ve un escenario donde sobran dólares y faltan pesos. Creo que la demanda de pesos va a continuar manteniendo el dólar planchado».